— P-permiso.
¿Se lo estaba pidiendo? Si. No concebía otra forma de hacerlo, tan acostumbrado a la prudencia y mantener sus distancias con los demás. Los tobillos de pereza se alzaron, pues lujuria era demasiado alto, como [...]
— P-permiso.
¿Se lo estaba pidiendo? Si. No concebía otra forma de hacerlo, tan acostumbrado a la prudencia y mantener sus distancias con los demás. Los tobillos de pereza se alzaron, pues lujuria era demasiado alto, como [...]
— Ah, pero. . .
¿Qué quería él? Asmodeo volvía a empujarlo contra la espada y la pared. Casi se pueden ver los engranajes oxidados girando en esa cabecita. Poco acostumbrado a pensar en profundidad, no [...]
— Ah, pero. . .
¿Qué quería él? Asmodeo volvía a empujarlo contra la espada y la pared. Casi se pueden ver los engranajes oxidados girando en esa cabecita. Poco acostumbrado a pensar en profundidad, no [...]
— ¡Hmph! — Un quejido de placer lo abandona, y es que el cuerpo se Asmodeo tan íntimamente entrelazado con el suyo, [...]
— ¡Hmph! — Un quejido de placer lo abandona, y es que el cuerpo se Asmodeo tan íntimamente entrelazado con el suyo, [...]
— ¿Lo jur—?
Hablar, discutir, conversar. Nada de aquello era una opción. La boca del demonio cayó sobre la propia como un vendaval, y Belph pronto se [...]
— ¿Lo jur—?
Hablar, discutir, conversar. Nada de aquello era una opción. La boca del demonio cayó sobre la propia como un vendaval, y Belph pronto se [...]
Y no fueron los [...]
Y no fueron los [...]
Belphegor se había pronunciado con la boca pequeña, temeroso de que [...]
Belphegor se había pronunciado con la boca pequeña, temeroso de que [...]
Era tan simple, tan tonto como aquello. Belph no concebía el tentar a otro demonio de esa manera, sólo a la lujuria. La noche de hacía unas semanas tenía que ver con ello pero también, también [...]
Era tan simple, tan tonto como aquello. Belph no concebía el tentar a otro demonio de esa manera, sólo a la lujuria. La noche de hacía unas semanas tenía que ver con ello pero también, también [...]
— ¿A quién. . .? — Su propia timidez lo atraganta. El ceño [...]
— ¿A quién. . .? — Su propia timidez lo atraganta. El ceño [...]
— Júralo. — No le cree. Claro que no le cree. [...]
— Júralo. — No le cree. Claro que no le cree. [...]
No entiende, a qué viene esa [...]
No entiende, a qué viene esa [...]
Pero no le dejaría escapar. Por supuesto [...]
Pero no le dejaría escapar. Por supuesto [...]
Quería escapar de aquella confesión, una en la que se vio envuelto sin quererlo. Todo por una fotografía. Todo por una tonta imagen que [...]
Quería escapar de aquella confesión, una en la que se vio envuelto sin quererlo. Todo por una fotografía. Todo por una tonta imagen que [...]