ella se deshace lentamente.
Su cuerpo,
raíz que sueña
susurra a la bruma su nombre.
No hay muerte en su descenso,
solo retorno.
El alma, vestida de hojas nuevas,
se alza al sol como semilla
y el silencio la acuna en su copa de niebla.
🖼️Hu Jundi
ella se deshace lentamente.
Su cuerpo,
raíz que sueña
susurra a la bruma su nombre.
No hay muerte en su descenso,
solo retorno.
El alma, vestida de hojas nuevas,
se alza al sol como semilla
y el silencio la acuna en su copa de niebla.
🖼️Hu Jundi
Miedo de merecer la eternidad,
miedo de tocar el fuego
y que no quedara nada de mí.
Por eso callé,
dejé pasar la eternidad
como quien deja caer
una flor al abismo.
Miedo de merecer la eternidad,
miedo de tocar el fuego
y que no quedara nada de mí.
Por eso callé,
dejé pasar la eternidad
como quien deja caer
una flor al abismo.
sin querer,
como un roce de sombra
que deja su huella en la sangre.
No hace falta piel,
ni nombre,
solo ese temblor que anuncia
que algo eterno pasa cerca.
Después, todo calla.
El aire guarda el secreto,
y uno queda ahí,
respirando belleza
como si doliera
sin querer,
como un roce de sombra
que deja su huella en la sangre.
No hace falta piel,
ni nombre,
solo ese temblor que anuncia
que algo eterno pasa cerca.
Después, todo calla.
El aire guarda el secreto,
y uno queda ahí,
respirando belleza
como si doliera
you hear a murmur that comes from no one,
don’t be afraid.
Sometimes places speak when they feel you’re leaving them.
you hear a murmur that comes from no one,
don’t be afraid.
Sometimes places speak when they feel you’re leaving them.
sombras que saben mi nombre.
Soñar sin tenerte,
desear sin rozarte,
recordarte sin consuelo.
Y cuando la última llama muere,
solo queda la penumbra,
y en ella hallo mi condena:
mi rostro vuelto hacia ti.
sombras que saben mi nombre.
Soñar sin tenerte,
desear sin rozarte,
recordarte sin consuelo.
Y cuando la última llama muere,
solo queda la penumbra,
y en ella hallo mi condena:
mi rostro vuelto hacia ti.
porque en el sueño los días no pesan,
porque los silencios se hacen casa
y los abrazos llegan tarde, pero llegan.
Cierro los ojos.
Prefiero soñar.
Y en ese breve instante,
soy todo lo que aún no he perdido.
porque en el sueño los días no pesan,
porque los silencios se hacen casa
y los abrazos llegan tarde, pero llegan.
Cierro los ojos.
Prefiero soñar.
Y en ese breve instante,
soy todo lo que aún no he perdido.
Tras el velo gris,
el mundo brilla,
porque tus ojos lo encienden.
La luz se posa
sobre los caminos,
el viento susurra tu nombre
Mira, amor,
cada instante es un hilo
que nos ata al sol.
Tras el velo gris,
el mundo brilla,
porque tus ojos lo encienden.
La luz se posa
sobre los caminos,
el viento susurra tu nombre
Mira, amor,
cada instante es un hilo
que nos ata al sol.
@nomirenarriba.bsky.social
@analirin.bsky.social
La historia es de un capítulo de "Alfred Hitchcock presenta" que siempre me ha impactado.
@nomirenarriba.bsky.social
@analirin.bsky.social
La historia es de un capítulo de "Alfred Hitchcock presenta" que siempre me ha impactado.
Con el cuerpo ligero
y el tiempo dormido.
Las aguas me llamaban
con tu nombre.
Las olas repetían
tu voz sin que hablaras.
El viento me traía
tu risa,
tu sombra,
tu ausencia.
Navegué hacia ti, amor.
Sólo para encontrarte
sólo para volver a perderte.
Con el cuerpo ligero
y el tiempo dormido.
Las aguas me llamaban
con tu nombre.
Las olas repetían
tu voz sin que hablaras.
El viento me traía
tu risa,
tu sombra,
tu ausencia.
Navegué hacia ti, amor.
Sólo para encontrarte
sólo para volver a perderte.
Quedou durmida no meu costado,
como un neno que ó fin se rende.
Paseille a man polo cabelo,
díxenlle que xa entendín,
que non fai falta seguir doendo
para saber que amei,
que perdín,
que sigo aquí.
Quedou durmida no meu costado,
como un neno que ó fin se rende.
Paseille a man polo cabelo,
díxenlle que xa entendín,
que non fai falta seguir doendo
para saber que amei,
que perdín,
que sigo aquí.
Pero yo no miro sus ojos.
Prefiero mirar los tuyos
y perderme
en la eternidad que inventamos
cuando aún no había sombras
El hilo vibra, se tensa,
pero aún no se rompe.
Todavía podemos reír,
todavía podemos amarnos,
aunque ellas
ya hayan empezado a mirar.
Pero yo no miro sus ojos.
Prefiero mirar los tuyos
y perderme
en la eternidad que inventamos
cuando aún no había sombras
El hilo vibra, se tensa,
pero aún no se rompe.
Todavía podemos reír,
todavía podemos amarnos,
aunque ellas
ya hayan empezado a mirar.
deja que el aire te nombre
No pienses.
Hay una música leve en el mundo
cuando callas
Mira cómo el sol se posa
en la hoja más alta,
cómo la sombra no duele
Olvida el peso que llevas,
el deber, la prisa, el miedo
Solo tú,
como si el universo
te abrazara sin pedir nada
deja que el aire te nombre
No pienses.
Hay una música leve en el mundo
cuando callas
Mira cómo el sol se posa
en la hoja más alta,
cómo la sombra no duele
Olvida el peso que llevas,
el deber, la prisa, el miedo
Solo tú,
como si el universo
te abrazara sin pedir nada
En la botella navega
mi secreto,
mi herida,
mi hambre de ti.
Pienso en tus dedos
rozando el vidrio,
en tu risa
rompiendo olas.
La botella naufraga
como mi ansia,
sin mapa
que guíe mis noches.
En la botella navega
mi secreto,
mi herida,
mi hambre de ti.
Pienso en tus dedos
rozando el vidrio,
en tu risa
rompiendo olas.
La botella naufraga
como mi ansia,
sin mapa
que guíe mis noches.
Píntame un cielo, amor,
no de azul,
sino de cicatrices que arden.
Píntame unas alas,
no de plumas,
sino de piel desnuda,
de deseo.
Y volaré contigo
porque solo en tu trazo
mi cuerpo sabe existir.
Píntame un cielo, amor,
no de azul,
sino de cicatrices que arden.
Píntame unas alas,
no de plumas,
sino de piel desnuda,
de deseo.
Y volaré contigo
porque solo en tu trazo
mi cuerpo sabe existir.
su piel era fuego,
su boca grieta
donde el universo gime.
Yo no elegí.
Ella me eligió con su perfume,
me arrancó la respiración,
me abrió las venas con un beso.
Y yo ardí,
ardí sin remedio,
porque ningún dios
puede salvarnos
del deseo
cuando se disfraza de amor.
su piel era fuego,
su boca grieta
donde el universo gime.
Yo no elegí.
Ella me eligió con su perfume,
me arrancó la respiración,
me abrió las venas con un beso.
Y yo ardí,
ardí sin remedio,
porque ningún dios
puede salvarnos
del deseo
cuando se disfraza de amor.