#Microrrelato: "Mañana"

Mañana:

Hoy se lo diría. Sería después de la última clase. Lo había decidido al salir de casa. Ensayó cada palabra una y otra vez durante el camino hasta la escuela. Como cada día, llegó temprano para estar sentado cuando ella entrase por la puerta. 👇

Llego a casa y me encuentro con toda mi ropa en la puerta y la cerradura cambiada. Llamo al timbre, pero no me abre. Pego la oreja a la puerta y puedo escuchar sus pasos. Habla con alguien por teléfono, pero no entiendo lo que dice. No sé lo que pasa.👇

Historia policiaca de siete palabras:

—McFlanagan, homicidios.
—Espera. Todavía respira.
...
—¿Ahora?
—Ahora.

La habitación aún huele a sexo y alcohol, pero me siento bien aquí, viéndole despertar. Puede que sea él quien al fin me acepte...
O no.
Veo desprecio y asco en sus ojos. De nuevo esa mirada de «¿todavía estás aquí?».
Lo entiendo, no es fácil enamorarse de un dinosaurio.

#Microrrelato
#Monterroso

Me dormí en el sofá, al calor de la chimenea y escuchando el crepitar de leña convirtiéndose en ascuas. Abrí los ojos al sentir que el frio se había acomodado en mis huesos. Al subir la persiana del salón, las fachadas encaladas jugaban a esconderse en el manto de nieve que cubría la montaña.

El poder de una mirada.

Hay miradas de todo tipo: cómplices, vacías, fugaces, que esconden algo o lo dicen todo. Algunas te hieren. Otras, te desarman.
Y aunque no me vieras cuando las nuestras al fin se cruzaron, llenaste la mía de luz, felicidad e ilusión. Y de incertidumbre.

Coge su cartera vacía y un paquete de chicles rancios. Sale al trabajo acompañado por su soledad y el olor a tabaco y dejadez.
En cada bar, parada de penitencia.
Del pacharán al J&B. Sólo es día cuatro y ya tiene una deuda por eterna condena.
«Mañana», susurra llorando, como siempre.

Puente le cubre,
sin casa. Frío, lluvia.
Peaje sin luz.

#Haiku #Haikuchallenge #Poema #Japón #Escritura #Poesía

Microrrelato: Un sueño reparador.

"Ya tardan en volver a desenterrarme. Dormir en esta caja de pino siempre es placentero. Me proporciona un auténtico sueño reparador. Pero creo que será la última vez que pague por dormir aquí. 👇

Te prometí que no escribiría este microrrelato

Te veo jugar con tu pequeño bajo la encina, despojando las margaritas sobre la manta y rodeados de hierba y jazmín.
Me falta la respiración. Inspiro fuerte, pero un picor me sube del estómago. Se me eriza la piel. Estornudo. Una lágrima... y otro estornudo.
Voy a por cetirizina.

Jon miró su reloj.
—¡Qué tarde!
Decidió correr.
—¡Correré!
Paró de repente. Se sentía dirigido.
—Me siento dirigido, déjame.
—No —le digo a Jon.
—¡Sal de mi mente!
—No puedo, soy tu narrador.
—¿Quién te ha puesto ahí?
—El escritor. A mí también me dirige.
Jon murió. Y el narra...