ᅠ
ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠLet's just say I've messed
up my life about as badly as I could.
Le pica la garganta. No sabe que estupidez le ha poseído pero no ha sido capaz de controlarlo.
Encaramado a la escalera de una torre de agua escucha la Cocina del Infierno. Esperando.
Una señal. Tal vez Dios no le necesite ahí fuera. Tal vez aún pueda volver atrás.
Le pica la garganta. No sabe que estupidez le ha poseído pero no ha sido capaz de controlarlo.
Encaramado a la escalera de una torre de agua escucha la Cocina del Infierno. Esperando.
Una señal. Tal vez Dios no le necesite ahí fuera. Tal vez aún pueda volver atrás.
Si, me imagino que ha podido pasar.
—Mencionó, casi divertida, meneando un poco los pies. Miró el fondo de la taza.—
De todas formas me alegro de estar aquí ahora.
Matt se mantuvo allí, conteniendo un leve suspiro. No quería moverse. Ni irse. Ni perder nada de aquello. Ojalá pudiesen tener las cosas fáciles, como antes.
—Sonreí un poquito y subí la taza de nuevo, con cuidado para no molestarte. Como si fueras un gato.—
—Mencionó, casi divertida, meneando un poco los pies. Miró el fondo de la taza.—
De todas formas me alegro de estar aquí ahora.
—Sonreí un poquito y subí la taza de nuevo, con cuidado para no molestarte. Como si fueras un gato.—
Como si fuesemos turistas de nuestro propio barrio. —
Apoyó la cabeza en su hombro.
Respirando con calma.
Echaba de menos... esto, ¿sabes? Nueva York ha cambiado mucho, pero algunas cosas siguen igual.
—Fruncí un poco los labios y bajé la taza hasta mi regazo.—
—Sonreí un poquito y subí la taza de nuevo, con cuidado para no molestarte. Como si fueras un gato.—
Echaba de menos... esto, ¿sabes? Nueva York ha cambiado mucho, pero algunas cosas siguen igual.
—Fruncí un poco los labios y bajé la taza hasta mi regazo.—
Estiró un poco la espalda sentándose a su lado.
¿Uhm..? Oh, no sabía que estabas ahí.
Echaba de menos... esto, ¿sabes? Nueva York ha cambiado mucho, pero algunas cosas siguen igual.
—Fruncí un poco los labios y bajé la taza hasta mi regazo.—
¿Uhm..? Oh, no sabía que estabas ahí.
¿Uhm..? Oh, no sabía que estabas ahí.
𝐎𝐡 𝐫𝐮𝐭𝐡𝐥𝐞𝐬𝐬𝐧𝐞𝐬𝐬 𝐢𝐬 𝐦𝐞𝐫𝐜𝐲 𝐮𝐩𝐨𝐧 𝐨𝐮𝐫𝐬𝐞𝐥𝐯𝐞𝐬
𝐎𝐡 𝐫𝐮𝐭𝐡𝐥𝐞𝐬𝐬𝐧𝐞𝐬𝐬 𝐢𝐬 𝐦𝐞𝐫𝐜𝐲 𝐮𝐩𝐨𝐧 𝐨𝐮𝐫𝐬𝐞𝐥𝐯𝐞𝐬
Venga, no me llames así. Está bien, supongo que puedo quedármelo.
Inspiró antes de adoptar su mejor tono formal de broma.
— No sea orgullosa Srta Page, sabe que no me supone un problema. —
Venga, no me llames así. Está bien, supongo que puedo quedármelo.
Es un ático bastante decente.
Podrás disfrutar las vistas mejor que yo.
Señor... Deben tener ya diez años.
Huh... Estoy... Haciéndome a la idea de que estás aquí, solo... Tenme paciencia.