Las Casas de Comidas que sobreviven en Madrid: 15 negocios clásicos y 3 nuevas recomendaciones
Como auténticas reliquias gastronómicas, perviven en Madrid algunas casas de comidas donde aún se guisa con paciencia, siguiendo las recetas que nuestras madres heredaron de nuestras abuelas, y donde todavía existe la generosa y encantadora costumbre del Menú del Día
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Caminando por las calles del centro de Madrid, me resulta difícil encontrar un restaurante donde ofrezcan comida tradicional, comida auténtica y autóctona. La cocina madrileña, la cocina española, basada en la saludable dieta mediterránea, ha ido perdiendo terreno a favor de la cocina rápida y la comida basura, fuente de toda clase de enfermedades. El modelo anglosajón está ganando la partida gracias a su premisa: “Lograr el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo” o lo que es lo mismo “¡Abajo la salud, arriba el dinero!”. La última batalla ganada por la cocina tóxica es la de acudir a las casas de los madrileños, que cada vez cocinan menos y cada vez dependen más de los repartidores de grasas saturadas y carbohidratos no saludables a domicilio.
La crisis de 2008-2015 y la posterior pandemia del coronavirus se llevaron por delante cientos de restaurantes familiares donde pervivían los guisos autóctonos. En esas terribles condiciones, era imposible competir con la bazofia precocinada que vuela del congelador a la parrilla. En esta situación crítica, muchos restaurantes para la clase media y media-baja se hundieron, prevaleciendo los restaurantes para ricos, por un lado, y la comida rápida para el resto. El panorama es preocupante para quien no quiere comer chucherías crujientes y caramelizadas (comida para ricos) ni ponzoña (pizza, hamburguesa, kebab…)
Es cierto que no todo es comida rápida, también tenemos en Madrid cientos de restaurantes asiáticos, europeos, americanos, africanos…lo que es difícil es encontrar la comida de nuestra tierra.
Pero no todo está perdido. Contra viento y marea, sobreviven varias decenas de casas de comidas que siguen cocinando al modo tradicional. Estos restaurantes de cocina casera no les interesan a las guías gastronómicas que reparten estrellas, pero para mí son los más atractivos, y si no les dan estrellas, yo les doy la luna. En ellos podemos encontrar platos sabrosos y nutritivos que han ido desapareciendo de las cartas de los sitios de moda: hablamos de los platos de cuchara, las sopas, las verduras, las legumbres, la insuperable ensalada mixta, las carnes y pescados al horno y a la brasa, los arroces, el cocido, los callos, la fruta (¡Bendita fruta! ¿porqué la retiraron de las cartas de postres?)
Voy a compartir con ustedes algunos de mis sitios favoritos situados en la almendra central madrileña, algunas de las casas de comidas tradicionales en las que suele haber menú del día, cocina casera y precios ajustados, unos establecimientos que contribuyen a hacer más agradable la vida cotidiana y que además nos permiten sentir que vivimos en Madrid, y no en una ciudad estandarizada donde todo es impersonal y anodino.
* Quevedo. C/ Quevedo, 7. Un sitio alegre y bullicioso, en cuya barra se pueden tomar ricos aperitivos y en sus mesas un estupendo menú del día, o una amplia carta de recetas a la madrileña.
* Taberna de Antonio Sánchez. C/ Mesón de Paredes, 13. En la taberna más antigua de Madrid (1787) se cocinan guisos locales y nacionales (callos, caracoles, cocido, oreja…) con verdadero esmero, bajo la dirección de Óscar Priego.
* Viuda de Vacas. C/ del Águila, 2. Cocinando con cariño desde 1902. Una casa de comidas imprescindible. Son dignos de paladear sus callos, la menestra de cordero, las codornices, la gallina en pepitoria, el jamón al horno…
* Tienda de vinos “El Comunista”. C/ Augusto Figueroa, 35. Desde 1888 la familia Gómez mantiene la cocina casera en un local que rebosa autenticidad. El nombre viene de una confusión con los socialistas de la UGT que tenían su sede cerca de aquí y venían a comer a menudo.
* La Sanabresa. C/ Amor de Dios, 12. Desde 1964 cocinando sus berenjenas, el conejo al ajillo, el pollo en pepitoria, el flan…Difícil encontrar mesa.
* Taberna Mariano. C/ Lope de Vega, 25. Por sus reducidas proporciones, por su aire de taberna castiza, por sus manteles de cuadros rojos y blancos, por su excelente cocina española, una casa necesaria.
* Casa Blázquez, Los Torreznos. C/ Fernán González, 47. La casa de comidas más tranquila, con música clásica y cuadros en las paredes (ojalá vuelvan a ponerse cuadros en las paredes de los restaurantes)
* Bogotá. C/ Belén, 20. Desde 1964. Pese al nombre, dan cocina casera española y nunca defraudan. Uno puede inclinarse por lo nuevo: el milhojas de tomate con ventresca, o lo clásico, la ensalada mixta. Uno puede ser feliz con lo sencillo: unas judías verdes rehogadas y una sepia a la plancha.
* La Nieta. C/ Libertad, 25. Restaurante segoviano de 1985 con guisos del día y buenos platos de cuchara. Hacen cochinillo asado de encargo, y de postre, ponche segoviano.
* El Bierzo. C/ Barbieri, 16. Desde 1971, ofreciendo una amplia carta de platos caseros hechos con sencillez y sin pretensiones.
* Casa Campiello. C/ Toledo, 122. Sabroso y económico menú del día, que a mitad de semana incluye el cocido madrileño.
* La Puebla. C/ Ventura de la Vega, 12. Ricos menús caseros en una zona atestada de sitios pijos o exóticos. Amplísima carta.
* Casa Ricardo. Fernando el Católico, 31. Abierta en 1935. Decoración taurina y fotos de famosos, platos de cuchara y deleitosas opciones de casquería.
* Casa Mundi. C/ Donoso Cortés, 14. Desde 1984 ofreciendo menús y una amplia carta de platos tradicionales. A reseñar sus judías de Ávila, el bonito con tomate, los calamares en tinta, el rabo de toro…
Es muy reconfortante ver que algunos emprendedores jóvenes están retomando la idea de las casas de comidas adaptándolas a las nuevas generaciones. Es el caso de Badila, en C/ San Pedro Mártir, 6 (Lavapiés). Macareno, en C/ San Vicente Ferrer, 44, y Casa Fidel, en C/ Escorial, 6 (Malasaña)
Bueno, por hoy creo que es suficiente, no se me vayan a indigestar. En una próxima entrega hablaremos de otras casas de comidas igualmente atractivas pero que requieren un poquito más de presupuesto.