Recuerde, mi muy estimado Buenaventura, que el fascismo no solo vence, también convence...a los idiotas.
Recuerde, mi muy estimado Buenaventura, que el fascismo no solo vence, también convence...a los idiotas.
Recuerde, mi estimado don Buenaventura, que el fascista pobre es el perro del hortelano político. Ni es libre él siendo fascista, ni permite ser libre al demócrata.
Recuerde, mi estimado don Buenaventura, que el fascista pobre es el perro del hortelano político. Ni es libre él siendo fascista, ni permite ser libre al demócrata.
En la derecha hay un silencio sepulcral que solo rompe alguna Nevenka.
En la derecha hay un silencio sepulcral que solo rompe alguna Nevenka.
Recuerde, mi estimado Buenaventura, que cuando el borrego fascista se da de bruces con una verdad, aterrado, la aparta a empellones y después, mientras huye despavorido, se santigua tres veces.
Recuerde, mi estimado Buenaventura, que cuando el borrego fascista se da de bruces con una verdad, aterrado, la aparta a empellones y después, mientras huye despavorido, se santigua tres veces.
Recuerde, mi estimado Buenaventura, que el fascismo es ese monstruo cargado de privilegios que necesita de su complicidad para mantener una vida del cuento, por eso no duda en engañarlo.
Recuerde, mi estimado Buenaventura, que el fascismo es ese monstruo cargado de privilegios que necesita de su complicidad para mantener una vida del cuento, por eso no duda en engañarlo.
Recuerde, mi estimado Buenaventura, que el fascismo es un niño juagando a vaqueros, por eso cuando le lleva la contraria, le dispara.
Recuerde, mi estimado Buenaventura, que el fascismo es un niño juagando a vaqueros, por eso cuando le lleva la contraria, le dispara.
Una vez más, cada acusación de la derecha es una confesión
Una vez más, cada acusación de la derecha es una confesión
vaya panda de hijos de la gran puta hay por aquí
vaya panda de hijos de la gran puta hay por aquí