+ retrasaría y tal vez tus amigos ya te estén esperando. Además, tengo la sensación de que la mayoría no se sienten muy cómodos conmigo. A fin de cuentas, soy diferente...

Viktor enarca las cejas, sorprendido por esa invitación inesperada. Sin embargo, no se siente cómodo en grupos en los que, en realidad, es un extraño.
—No estoy ocupado pero... —Se pasa la lengua por los labios, buscando una excusa plausible. Finalmente levanta la muleta y se la muestra—. Te +

+ seguirle el ritmo a los demás. No es como ellos. Los que no lo rechazan por su discapacidad física intuyen que hay algo raro en su acento o, de algún modo, comprenden que no es como ellos. No lo es, así que tampoco importa.

—Viktor lo observa mientras Talis recoge sus apuntes. No le extraña que todo el mundo quiera estar junto a él, parece el chico perfecto, por dentro y por fuera—. No tengo una hora definida para irme. No tengo nada mejor que hacer... —Se encoge de hombros. Le gusta investigar y nunca ha podido +

+ alumnos acuden a él para recibir tutoría y que les explique los conceptos que no consiguen entender del todo. Aunque, por supuesto, duda mucho que Talis necesite ese tipo de ayuda. Por lo que ha visto en sus trabajos y exámenes, es brillante. Aunque muchas veces parece estar en las nubes...

Oh... —Viktor carraspea y cierra el trabajo, apresurándose a ponerlo entre los demás—. No, claro que no —contesta dejando entrever el fuerte acento que nunca ha sido capaz de disimular—. Sólo estaba ordenando los trabajos para el profesor. ¿Necesitas algo? —Al ser el asistente del profesor, muchos +

—Viktor está leyendo con gran interés el trabajo de Talis, apoyado en la mesa de Heimerdinger y tan distraído que no se da cuenta de que el autor acaba de volver a la sala.

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— Su enfermedad empezó a manifestarse de forma seria a partir de los 30. Hasta entonces, Viktor nadaba con frecuencia. Era la única forma de hacer algo de ejercicio y de mantener cierta masa muscular para evitar el deterioro completo de su cuerpo y, especialmente, de su pierna.

— Tiene poco de "twink victoriano". Aunque tiene una discapacidad física, antes de que la enfermedad lo dejase postrado era un joven normal, alto y delgado.
No es precisamente sumiso ni delicado. Es resiliente, muy masculino y bastante dominante en la cama...

— Cuando está muy concentrado suele jugar con su propio pelo sin darse cuenta.

— Soporta muy mal la estupidez de la gente. Tiene que hacer un esfuerzo de contención enorme para que no se le note lo que piensa de ciertas personas. Pero ante todo, es educado.