La niña escuchó un susurro desde el clóset. Pensó que era su madre, pero al abrir, vio su propio reflejo con ojos negros que le sonrió y le dijo: “tú ya estás adentro”.
La niña escuchó un susurro desde el clóset. Pensó que era su madre, pero al abrir, vio su propio reflejo con ojos negros que le sonrió y le dijo: “tú ya estás adentro”.