últimamente ando lidiando con el segundo caso y es demoledor.

algo parecido me comentaba una participante de uno de los talleres que imparto. que ante el dolor le gusta pensarse como la anciana que un día será, cuando haya aprendido de toda su vida. es un pensamiento bastante reconfortante.

en ciertos casos, si el sufrimiento psicológico se considera de relevancia médica, se puede emplear tratamiento con bloqueadores hormonales. este procedimiento es reversible. una vez se retiran, el cuerpo vuelve a producir sus propias hormonas.

sería negligencia médica y es algo de NO ocurre. es un hecho. el acompañamiento médico a las infancias y adolescencias trans se va a centrar mucho más en orientar una transición social y en aliviar el estrés de minorías y el sufrimiento de la disforia que en cualquier otro procedimiento.

después, el tema de la mutilación de órganos sanos. NO se realizan operaciones de resignación de género en menores de edad precisamente porque son cuerpos en desarrollo. de igual manera que NO se emplea la sustitución hormonal cuando el menor está aún pasando la pubertad.

hay que entender que los niños y adolescentes no son una categoría unitaria y que la capacidad de toma de decisiones cambia terriblemente incluso de un año al siguiente, porque los adolescentes son individuos en constante evolución.

la norma considera, como en muchos otros países, que si bien la mayoría de edad no se alcanza hasta los 18 años, un menos de 16 tiene y debe tener plena capacidad de decisión y autonomía para con su propio cuerpo.

entre los 13 y los 16, los adolescentes pueden legalmente tomar decisiones médicas no invasivas o sobre procedimientos que no impliquen riesgo grave. a partir de los 16 pueden prestar consentimiento médico completo.

en cuanto a la salud y la autonomía corporal, el artículo establece que, hasta los 13 años, los niños brindan consentimiento informado tutorizados o autorizados por un adulto responsable de velar por sus necesidades y su bienestar.

personal y que no pueden ser ejercidos en nombre del niño o adolescente. la capacidad de autonomía progresiva se regula en función de la edad del menor, sí, pero siempre escuchando sus necesidades y poniendo por encima el interés superior del menor.

hablemos de esta declaración remitiéndonos a los datos. el primero: el artículo 26 del código civil y comercial de la nación. este artículo habla sobre el concepto de "capacidad progresiva" de los menores en cuanto a sus derechos personalísimos, esto es, derechos inseparables de su dignidad (+)

hiiiii qué vergüenza que yo aquí soy profesional o algo

problemas que le presente el paciente. la psicología debe ser afirmativa por principio, porque cualquier manifestación de la conducta enriquece el abanico de la diversidad, y nuestra misión es generar espacios seguros donde se pueda trabajar. fin.

si caemos en el identitarismo en la terapia, cagamos. caemos en ese argumento que dan siempre los pacientes que se resisten a la terapia, ese "qué vas a saber tú de esto si no lo has vivido". el psicólogo es un especialista de la conducta, y de ahí va a nacer su comprensión de la miriada de (+)

potentes, bien comprobadas, y transdiagnósticas (que se centren en la sintomatología y en las dificultades que presenta el paciente para desenvolverse en su entorno) que lo ayuden eficazmente.

es una postura peligrosa porque es, para empezar, anticientífica y porque minimiza nuestra capacidad, precisamente, de empatizar a pesar de la diferencia. el paciente debe aspirar a que su terapeuta lo entienda, obvio, pero más importante que eso es que el terapeuta cuente con herramientas (+)