Uy, su hijo tenía razón. Se había olvidado completamente de comer.

—Puede que... Quiera comer un poquito —le respondió con una sonrisa en los labios.

Su pequeño era siempre tan enternecedor... Estaba orgullosa de él.

—Lo sé, amor. Estoy mal por las personas a las que atacan. No entiendo cómo la mente humana puede ser tan perversa y cruel.

—El Josie's siempre es un buen sitio para despejar la mente con un buen café.

Ahora le apetecía un buen café con un gran dónut.

—Gracias por considerar mi petición, Emma. Si necesitáis apoyo con la organización o construcción... O lo que sea, avísanos.

Emma le parecía sumamente inteligente, sus clases seguro que serían interesantes y generarían mucho debate.

—El auge de ciertas personas al poder... Ayuda a que estos grupos extremistas puedan campar a sus anchas. Cariño, recuerda que no solo debemos salvar al mundo de amenazas extraterrestres o monstruos interdimensionales.

El tema le molestaba y preocupaba a partes iguales.

+ puedo decir lo mismo. El edificio Baxter siempre tendrá las puertas abiertas para la comunidad.

—Me alegra escuchar eso. Vuestra academia es tan necesaria y tan formidable que merece estar abierta siempre. Me gustaría poder asistir a alguna clase que impartáis.

Ver otros ambientes con aires de deseo de aprendizaje y desarrollo personal siempre es agradable, al menos eso piensa ella.

—Os +

—¿Te apetece tomar algo y hablar tranquilamente de ésto? Quizás te venga bien hablar.

Eso o le paga urgentemente un psicólogo. O un psiquiatra.

—Últimamente, estamos detectando más altercados por todo el país. Especialmente, hacia los colectivos más vulnerables...

Estaba preocupada por el tema, bastante soportaban muchas personas ya como para que unos extremistas les hagan sufrir más.

Emma siempre le resultaba una mujer fuerte y encantadora, lástima que muchos no se dieran cuenta.

—Nosotros vamos bien, ocupados como siempre. Oh, ¿Dónde estaría establecida?

—Lo mismo digo, Emma. Siempre tan hermosa —le respondió sonriendo.

—Matt, cielo. Eres un hombre de fé, sabes que no siempre podemos hacerlo todo. Él también lo sabía y te amaba.

Sabía que sus palabras no mejorarían la situación, pero no por ello podía quedarse callada.

—He estado haciendo más misiones de lo habitual —responde cansada.— ¿Y tú, cariño?

—Ahora que te veo, estoy mucho mejor —le respondió dándole un suave beso en su mejilla.

—Puedo decir lo mismo de ti, eres un auténtico amigo y héroe.

No mentía, sentía de todo corazón que Matt era una buena persona que siempre se esforzaba por todo. Le resultaba admirable.