Pocos sitios hay en los que puedas encontrar personas tan apasionadas por la bici como en La Ciclería de Zaragoza. Así que podéis imaginar la ilusión que me hace presentar allí mi libro «Siete bicis, una vida» el jueves 15 de mayo. #SieteBicisUnaVida

En fin, una auténtica gozada. Ha sido el primero, y seguro que no será el último. La infraestructura, maravillosa. Toda la ruta en óptimas condiciones de comodidad y seguridad. ¡Enhorabuena y gracias a las admins. responsables! Qué enormes posibilidades tiene el cicloturismo. Bici, cuánto te quiero.

Según vayan creciendo y aumentemos la distancia de las etapas, esto dejará de ser factible... Ya llegará entonces el momento de buscar las soluciones pertinentes, que para eso hay cada vez más empresas que te proporcionan esos servicios.

¿Y los trayectos dentro de la ruta? Yo madrugaba, dejaba el coche al final de la etapa y volvía pedaleando. Eso nos permitía ir más ligeras de equipaje y tener la red de saber que, en caso de imprevisto, el coche no estaría lejos.

Y aunque lo fundamental es disfrutar el camino, el momento de divisar la meta y recorrer los últimos hectómetros siempre tiene algo de especial. El puente de Amposta nos sirve como arco de triunfo, donde la euforia se dispara mientras cada pedalada nos acerca a nuestro destino.

Segundo día, nos esperan otros 35 km entre Benifallet y Amposta, esta vez en llano. Paisaje menos atractivo, pero también cambiante y atravesando poblaciones, algo que también mola. Hoy sí, algún tramo se les hace bola por aburrimiento. Momento de darle a la imaginación y pensar algún juego...

La primera etapa, Cretas-Benifallet, todo cuesta abajo y por un paisaje precioso y nada monótono. Y para viajes con pequeñxs ciclistas, valorad mucho la presencia de túneles: elemento muy motivante para ellas, mucho más de lo esperado. Tras 35 km de pedaleo y 30 túneles atravesados, ¡meta!

70 km divididos en dos etapas. Algo que parecía totalmente asequible para las dos "novatas". Además, alojamientos en la misma ruta. Alojarnos en estas antiguas estaciones reconvertidas en albergues en medio de la naturaleza también ha sido una gran experiencia.

Mayo va a ser un mes muy ciclista para mí. Capítulo inicial: primer biciviaje en familia. Ruta elegida: Cretas-Amposta a través de la vía verde del Val de Zafán y el camino natural del Ebro. La primera experiencia, mejor que fuese sencilla, y esta ruta no podía tener un perfil más favorable.

Esa sensación de ir por un bosque en la montaña, los arbustos sustituyen a los árboles y te regalan unas vistas mucho más amplias, cumbres blancas cubiertas de nieve y verdes valles. Esa sensación.

Hoy es día de reencuentro con amigxs a quienes veo y abrazo mucho menos de lo que me gustaría, todas ellas protas de «Siete bicis, una vida», claro. Así que toca reparto de ejemplares y hacerles dedicatorias cariñosas.
Y para iniciar un día tan señalado... ¡a pasar un poquito de frío matutino!

¿De dónde le venía a mi abuelo Lázaro la pasión por la bicicleta? Según mi padre (su hijo), «él no era un apasionado de la bici, sino de ir al campo y a su pueblo, Bordejé (a 5 km de Almazán). No tenía carné de conducir, así que, iba en bici». (sigo)

Qué rato más bueno pasamos en Lorenzana hablando de «Siete bicis, una vida», en buenísima compañía, cada cual contando las aventuras y vivencias que la bici le ha traído. Enorme agradecimiento a mi admirado Alfonso Sanz. Con su gran trayecotria y aún con ganas y humildad para seguir aprendiendo.

El martes 26 hablaremos de mi libro «Siete bicis, una vida» en el Espacio Lorenzana, con el sabio Alfonso Sanz como maestro de ceremonias. Un homenaje a la bici, a los recuerdos de los veranos de los 90, a los biciviajes con alforjas. Puedes tb hacerte con el libro aquí www.amazon.es/Siete-bicis-...

¿Te imaginas que nuestros barrios fuesen como un camping? Viales en los que prima el juego, las bicis, las conversaciones... y donde los vehículos de motor, por tanto, no tienen otra que circular a 10 o 15 km/h. Un ejemplo muy gráfico de en lo que debemos convertir nuestras calles.