Seguramente habría hecho algo maravilloso. No hay duda en eso.

Qué tristeza, qué bestia.

Una tristeza en comunidad, lo cual abriga un poco.

Digamos, no solo ese humo.

Pero no ese humo. Varios medios sugieren que el humo de los incendios lo afectó.
deadline.com/2025/01/davi...

Lo será para siempre.

Saber que el humo adelantó su partida me llena de rabia también.

Nos queda esperanza, a pesar de la tristeza por perder a Lynch.

Es fabulosa. Sigo pensando en ella.
En el sentido que Baker le da a cada plano, a cada escena. Cómo comienza con la cámara muy movida, frenética, subjetiva. Luego se va calmando, para terminar en la escena final con una cámara casi estática que enfoca la escena, mirándola nostálgica.

saturadas de discusiones y gritos. Pero entregan una violencia con la que no se sabe qué hacer, cómo reaccionar. Ani es una criatura hermosa.
La belleza en el dolor.

Quiero volverla a ver, me quedé con incontables sensaciones.
Y nuevamente, el final que es fantástico.

destrozas, pero sigues.
La rabia es un tercer idioma, narrado sin coartadas, sin trucos: te impacta al punto de hacerte lanzar carcajadas, sin que sea gracioso, como en un reflejo nervioso de impotencia. Las lecturas que ofrecen esas escenas son claras, están +

necesidades propias y sus complejidades. Ellos no son contados con desdén o desde el patetismo, aunque muchas de las situaciones que atraviesan sí lo son.
Anora es un relato que te hace reír mientras sientes tristeza. Pasa volando, en tanto observas aquellos infortunios y te +

La edición literaria se afinca en el cómo antes que en el qué.
No importa tanto (importa en segundo plano) qué se cuenta, sino cómo se cuenta.