-- Venga, ¿A dónde tengo que ir, huh~?

Se ha reído un poquito, pero porque la situación le hace gracia.

-- azotea, ¿En dónde estaría Gisung? Porque allá que le irá.

-- situación, pero dentro de ese juego mucho no podrían hacer.

-- deteniendose también.

— Vamos pues en ese caso, mfufufu. Espero me sorprendas.

Es aquí en dónde ahora abandonaban el salón de actos, ¿A dónde se iban ahora los dos gatitos enamorados? Quien sabe, quien sabe... Solo ellos lo sabían, y con las intenciones que iban. 😉

-- le ha visto de la forma más smug posible, sin dejar de moverse con él y volver a mirarlo a los ojos.

— Por la expresión en tu rostro, veo que estás bien con ello. —pausó— ¿Quieres comprobarlo justo ahora~?

-- De todas formas, ha acariciado una mejilla del ajeno con su mano libre, antes de acercarse a su oído y susurrar:

— Lo averiguarás después, no te lo diré hasta que pase.

Uh-oh, Gisung en problemas...