Acto seguido el monstruo se sumergió en el agua y volvió con largo palo que Ulrico usaría como cayado en su vuelta a la ciudad de la que sería precisamente obispo.
Acto seguido el monstruo se sumergió en el agua y volvió con largo palo que Ulrico usaría como cayado en su vuelta a la ciudad de la que sería precisamente obispo.
El primer avistamiento data del año 14 a.C. y es citado en las crónicas de Manio Cominio Caeco. En ellas, el erudito y antiguo legionario cuenta como todo intento de internarse con una embarcación en el lago espejo era frustrado por la furia de una bestia.
El primer avistamiento data del año 14 a.C. y es citado en las crónicas de Manio Cominio Caeco. En ellas, el erudito y antiguo legionario cuenta como todo intento de internarse con una embarcación en el lago espejo era frustrado por la furia de una bestia.