(Defender a un ladrón... Me pregunto cómo estarán Ron y Desirée.)

— Ya... No te preocupes por eso. —El abogado defensor se rasca la nuca con la diestra mientras sonríe despreocupado—. Incluso en caso de cometer un delito, no creo que en estos momentos la Justicia sea algo demasiado importante en este lugar. Tenemos cosas más importantes de las que ocuparnos.

— Ehm, estooo... —Vale. No sabe qué responder a eso primero. En cuanto a la segunda pregunta, asiente mientras enseña el distintivo de letrado que adorna su pechera—. Sí. He dicho despacho. Soy abogado defensor, me dedico a defender a mis clientes de los crímenes por los que se les acusa.

NO. ES. UNA. ZARIGÜELLA. MEDIO. CALVA.

¡SOLO HAY QUE VER EL PELAZO QUE TIENE!

(Espera un momento... ¡¿Cómo que ANTES DE CRISTO?!)

Le ha sobresaltado más ese dato que estar hablando con un mapache.

— Encantado de conocerte, Sly Cooper.

(Menudo nombre... ¿Será un apodo?)

— Yo me llamo Phoenix. Phoenix Wright.

CÓMO QUE ZARIGÜELLA MEDIO CALVA.

— Pues qué quieres que te diga —ya ni se pregunta qué hace hablando con la versión bandida del Tejón Azul—, yo estaría mucho mejor en casa... o al menos en mi despacho. Este sitio es demasiado raro.

Aún no se cree todo lo que ha ocurrido.

¿Seguro que todo esto no es más que una peli sci-fi de esas?

— Ah, sí. (le han explicado formas de proseguir, qué investigar y/o planes de emergencia). Maya, estate al loro, que esta chica sabe de lo que habla.

— Estoy de acuerdo con escoger a varios de nosotros para liderar la nave. Sin embargo, pienso que ahora mismo es más importante que exploremos el lugar. Conocer el entorno es importante también...

Lleva un rato mirando la cúpula y el espacio exterior. Cuando finalmente aparta la vista y la lleva al frente distingue, entre toda clase de criaturas, a la médium. Ya le da igual todo lo demás: sale corriendo hacia ella y la estrecha entre sus brazos como si no la hubiera visto en una eternidad.