Brasil está viendo algo histórico: por primera vez, el líder de la extrema derecha cae por sus actos, no por conspiraciones ajenas.
Se acabó la era del “mito”.
No hay épica.
Solo un hombre intentando incendiar su tobillera.
Brasil está viendo algo histórico: por primera vez, el líder de la extrema derecha cae por sus actos, no por conspiraciones ajenas.
Se acabó la era del “mito”.
No hay épica.
Solo un hombre intentando incendiar su tobillera.
Bolsonaro sostiene que lo hizo “por curiosidad”.
Una curiosidad muy concreta:
la de quien intenta destruir el único aparato que aún le recuerda que ya no tiene poder.
El relato victimista es su último salvavidas.
Bolsonaro sostiene que lo hizo “por curiosidad”.
Una curiosidad muy concreta:
la de quien intenta destruir el único aparato que aún le recuerda que ya no tiene poder.
El relato victimista es su último salvavidas.
La extrema derecha brasileña habla de “persecución”.
Pero los hechos dicen otra cosa:
un expresidente investigado, condenado y vigilado que intenta romper la tobillera que garantiza que no escape.
La paranoia nunca fue un error del sistema bolsonarista. Fue su motor.
La extrema derecha brasileña habla de “persecución”.
Pero los hechos dicen otra cosa:
un expresidente investigado, condenado y vigilado que intenta romper la tobillera que garantiza que no escape.
La paranoia nunca fue un error del sistema bolsonarista. Fue su motor.
La clave: Bolsonaro no actuó solo.
A las puertas del chalé había una vigilia convocada por su hijo Flávio.
Hace semanas, otro aliado huyó a Miami.
Y la Embajada de Estados Unidos está a pocas calles.
El riesgo de fuga era evidente.
La clave: Bolsonaro no actuó solo.
A las puertas del chalé había una vigilia convocada por su hijo Flávio.
Hace semanas, otro aliado huyó a Miami.
Y la Embajada de Estados Unidos está a pocas calles.
El riesgo de fuga era evidente.
El juez Alexandre de Moraes no compró la historia.
No porque no pueda haber delirio farmacológico.
Sino porque lo ocurrido tiene un patrón:
Un condenado por golpismo intentando destruir el dispositivo que controla sus movimientos.
No es un accidente. Es un síntoma.
El juez Alexandre de Moraes no compró la historia.
No porque no pueda haber delirio farmacológico.
Sino porque lo ocurrido tiene un patrón:
Un condenado por golpismo intentando destruir el dispositivo que controla sus movimientos.
No es un accidente. Es un síntoma.
Según declaró, sufrió una “alucinación” por mezclar medicamentos recetados por médicos distintos.
La paranoia le habría hecho pensar que la tobillera tenía un micrófono oculto.
Entonces intentó romperla con un lápiz de soldadura.
Pausa para absorberlo.
Según declaró, sufrió una “alucinación” por mezclar medicamentos recetados por médicos distintos.
La paranoia le habría hecho pensar que la tobillera tenía un micrófono oculto.
Entonces intentó romperla con un lápiz de soldadura.
Pausa para absorberlo.
donorbox.org/aliadas
donorbox.org/aliadas
Por eso Bonilla evita preguntas.
Por eso ya nadie habla de adelanto electoral.
Por eso el miedo huele desde San Telmo.
Por eso Bonilla evita preguntas.
Por eso ya nadie habla de adelanto electoral.
Por eso el miedo huele desde San Telmo.
Lo que tienes no es un Gobierno cuestionado.
Es un Gobierno en descomposición.
Lo que tienes no es un Gobierno cuestionado.
Es un Gobierno en descomposición.
El caso mascarillas en Almería estalla como un misil político: detenciones, blanqueo, coches de alta gama, loterías y sobresueldos.
Un escándalo que nace en un bastión del PP y que golpea el corazón del Gobierno.
El caso mascarillas en Almería estalla como un misil político: detenciones, blanqueo, coches de alta gama, loterías y sobresueldos.
Un escándalo que nace en un bastión del PP y que golpea el corazón del Gobierno.
derechos sobre el papel, abandono en la realidad.
Miles mueren esperando.
¿Qué palabra hay para eso?
No la quieren escuchar.
derechos sobre el papel, abandono en la realidad.
Miles mueren esperando.
¿Qué palabra hay para eso?
No la quieren escuchar.
menos líneas públicas, más dinero para la concertada.
Andalucía en la cola del país.
Una receta conocida: empobrecer lo público para justificar lo privado.
menos líneas públicas, más dinero para la concertada.
Andalucía en la cola del país.
Una receta conocida: empobrecer lo público para justificar lo privado.
Miles de mujeres fuera de una prueba vital.
Y una Junta que, lejos de asumir, miró hacia otro lado.
Quien no protege la vida, no merece gobernar.
Miles de mujeres fuera de una prueba vital.
Y una Junta que, lejos de asumir, miró hacia otro lado.
Quien no protege la vida, no merece gobernar.
La han dejado caer.
Desvío sistemático a la privada, plantillas exhaustas, urgencias al límite.
Y cuando el sistema falla, fallan vidas.
Eso no se maquilla.
La han dejado caer.
Desvío sistemático a la privada, plantillas exhaustas, urgencias al límite.
Y cuando el sistema falla, fallan vidas.
Eso no se maquilla.
En Spanish Revolution seguimos informando aunque duela y aunque incomode.
Contigo podemos seguir adelante.
Únete a nuestro proyecto, comparte nuestro trabajo, sostén el medio que no le debe nada a ningún poder.
👉 donorbox.org/aliadas
En Spanish Revolution seguimos informando aunque duela y aunque incomode.
Contigo podemos seguir adelante.
Únete a nuestro proyecto, comparte nuestro trabajo, sostén el medio que no le debe nada a ningún poder.
👉 donorbox.org/aliadas
La reconstrucción no empieza con ladrillos:
empieza con levantar a quienes el mundo enterró en silencio.
Empieza con memoria. Empieza con justicia.
La reconstrucción no empieza con ladrillos:
empieza con levantar a quienes el mundo enterró en silencio.
Empieza con memoria. Empieza con justicia.
Quienes informan —periodistas, fotoperiodistas, defensores de DDHH— trabajan separados de sus familias para evitar que una bomba los mate juntos.
“En cualquier otro lugar, ser periodista es un honor. Aquí es una sentencia.”
Quienes informan —periodistas, fotoperiodistas, defensores de DDHH— trabajan separados de sus familias para evitar que una bomba los mate juntos.
“En cualquier otro lugar, ser periodista es un honor. Aquí es una sentencia.”
Gaza no necesita un “board of peace” militarizado.
Necesita derechos, soberanía, justicia y reconocimiento político pleno.
Cualquier reconstrucción física sin justicia política es volver a cimentar sobre la impunidad.
Gaza no necesita un “board of peace” militarizado.
Necesita derechos, soberanía, justicia y reconocimiento político pleno.
Cualquier reconstrucción física sin justicia política es volver a cimentar sobre la impunidad.
La ONU estima 70.000 millones de dólares para afrontar la reconstrucción.
Pero ninguna cifra cubre la pérdida de 68.000 vidas, amistades, familias enteras.
Hay heridas que no se tapan con hormigón.
La ONU estima 70.000 millones de dólares para afrontar la reconstrucción.
Pero ninguna cifra cubre la pérdida de 68.000 vidas, amistades, familias enteras.
Hay heridas que no se tapan con hormigón.
Los testimonios coinciden: “Es imposible reconstruir sin garantía de que mañana no bombardearán de nuevo.”
La devastación no es colateral. Es sistémica.
Si destruyes casas más rápido de lo que permites reconstruirlas, no buscas seguridad: buscas borrar un pueblo.
Los testimonios coinciden: “Es imposible reconstruir sin garantía de que mañana no bombardearán de nuevo.”
La devastación no es colateral. Es sistémica.
Si destruyes casas más rápido de lo que permites reconstruirlas, no buscas seguridad: buscas borrar un pueblo.