+ por sí mismo. Pura prudencia.
—Entonces ayúdame a desmantelar la organización que está enviando hombres a mis fronteras cada dos minutos. ¿De dónde han salido? ¿Qué demonios quieren? El vibranium, por supuesto. ¿Pero para qué fin?

A T'Challa le da la risa. Por supuesto que Stark no puede aceptar que hay un lugar en el mundo donde no hace sombra... El rey de Wakanda lo admira, esa es la verdad, pero no tiene ninguna intención de dejar pasar tecnología extranjera a su reino. A fin de cuentas, prefiere controlar las cosas +

+ el amor una vez, pero T'challa estaría encantado de repetir la experiencia. La erección le palpita dura bajo los pantalones.

+ dentro y por fuera, y sabe que muchos le envidiarían de saber que el americano le está ofreciendo su afecto. T'Challa quiere pensar que estaban destinados a estar juntos, que todo su pasado ha sido necesario para reunirlos.
—James... —Jadea. Su voz se ha oscurecido varios tonos. Sólo han hecho +

T'Challa aterriza sobre la cama con agilidad, clavando una rodilla sobre el mullido colchón. No ha dejado de besar a su amante, pero aprovecha la postura para redoblar sus esfuerzos, devorándole lentamente el cuello para después descender hacia sus pectorales. Bucky es el hombre perfecto, por +

+ cabeza mientras lo devora lenta y metódicamente. Es delicioso. Y él estaba sediento de su saliva dulce. Está tan enamorado de Bucky que le da hasta vergüenza confesarlo. Parece un crío, no el temible Pantera Negra. Pero no puede evitarlo.

Lo llena de besos, cediendo a la tentación a pesar de las palabras que faltan por pronunciar. Desliza sus labios carnosos sobre su mejilla, sobre su mandíbula. Le busca la garganta y le chupa la nuez antes de volver a tomar su boca. Hunde los dedos de ambas manos en su pelo para sujetarle la +

+ suavidad, lo piensa unos instantes y se lanza a por su boca. Lo necesita demasiado y quiere verificar que aquella noche que pasaron juntos no fue un sueño. Porque ahora mismo todo le parece irreal.

—Ya tienes suficiente trabajo. Cuando estés libre de tus propias cargas podrás cargar con las mías —le coloca el pelo detrás de la oreja—. Sé que lo han sido y siento no haber estado aquí para darte consuelo... Yo también te he echado de menos terriblemente, James... —Le acaricia la cara con +

+ pueden venir a someternos como si fuéramos una tribu indefensa —suspira—. Dejemos ese tema. Cuéntame cómo estás tú.

—No, por ahora creo que tu estancia aquí sigue siendo secreta —le acaricia los brazos y lo mira a los ojos. Lo echaba tanto de menos que le dolía—. Pero me temo que la existencia del vibranium ya no es un secreto. Estamos llenos de tesoros jugosos y ciertos hombres blancos deben de creer que +