Se va otro año.

Es una época de alegría, pero también de reflexión.

Lo superfluo acapara los titulares, pero nos deja la oportunidad de examinar todo aquello que puede mejorar.

A la vez ocurre una tristeza palpable, quizá los días grises y fríos la empujan.

La expectativa del creador digital, se ahoga en los números sin avance significativo.

Muchas veces lo insensato, resulta más efectivo qué lo informativo.

Sin duda, la libertad de expresión sufre el peligro de extinguirse.

Peor aún, que cada vez se segregan las voces incómodas, pues llevan realidad en sus palabras.

La egolatría mata la humanidad de cualquier persona, y alimenta la peor de las indecencias, la deslealtad.

Y se maximiza si va acompañada del nulo agradecimiento.

Sólo se reafirma lo cíclico de la convivencia, mientras todo sea miel 'natural'...

Sencillamente...

Se pretende aniquilar todo lo qué huela a pasado.

¿El resultado?

Cada vez más, existen quiénes acercan todo aquello qué es atemporal.

¿La razón?

Pues porque hoy no existe afinidad total, con lo de ahora y su pretensión.

Con toda seriedad.

La difusión en éstas herramientas es infame.

Podrá gustar o no pero, ¿por qué no es equitativo en la divulgación?

Pues también limitan propuestas muy interesantes, qué no llegan a más porque no dan suficientes likes.

Abran la maldita puerta para todos.

El ejercicio de un trabajo, debe ser remunerado.

No trabajar por la experiencia.

Hay qué poner la congruencia por delante, unas planas de ello no son nada innecesarias para los que emplean semejante infamia.

¿Desde cuándo se pide permiso para opinar?

Es de las libertades que siempre se ven en escrutinio. Es lamentable que hasta eso se cuestione.

La base de la idea es la que cause dicho efecto, y se puedan intercambiar puntos.

Pero de eso a casi querer qué se haga a contentillo de...

Parece qué no es muy diferente la dinámica aquí.

Parece lo 'interesante' nace de lo infecundo.

¿Por qué es indispensable tener números para interacción simple?

Hay muchos aspectos, qué van más allá de lo cotidiano, no todo es atacar al qué piensa distinto, opinar sin fundamento.

Pienso qué para tener un lugar en las plataformas sociales, hace falta mucho más qué un ingreso con e-mail, y la bendición de Dios...

Definitivamente.

Aún falta mucho para avanzar en las nuevas tendencias de comunicación.

Sobre todo cuándo hay un sinfín de ideas, pero para ejecutar de forma correcta, se necesitan bases sólidas para ello.

Todos buscamos adaptarnos al presente.

Pero leer el diario (impreso) y escuchar la radio, es obligatorio para mantener en perfecto equilibrio, la vida cómo es, de forma interna.

Por eso es muy loable, quienes buscan transmitir el pasado, a éstas plataformas.

La vida no inició ayer...

En ocasiones, las formas de manejarse tienen sus contratiempos.

Pero el hacerlo cómo un hábito recurrente, ya es un mensaje muy negativo en cualquier ámbito.

En nuestro fútbol van 3 casos puntuales, de auténtica deslealtad a los proyectos. Con planeaciones previas, y negociaciones ocultas.

Siempre he tenido dudas, sobre los criterios de difusión en plataformas sociales. Encajar en un sistema ajeno a las ideas con argumentos.

Más complicado, cuándo llevas lo tradicional 'bajo el brazo' (radio, periódico...), para no perder esencia, ante la oleada inevitable del tiempo.

Atemporal.

La interacción es éso, intercambio de conceptos y aprendizajes.

Pero parece que en muchas ocasiones, el círculo se cierra en una especie de 'muro'.

La crónica se alimenta de experiencias y recuerdos.

A desintoxicarse un poco de las redes 'vecinas'.