Problemas...

Un suave suspiro salió de entre sus labios ¿Había alivio en sus palabras? La respuesta era sí.

Con cuidado Serana se apartó la capucha mostrando una piel tan pálida como la de un cadáver, unos ojos tan rojos como el infierno, aquellos poseían luz propia, y en su sonrisa nerviosa podía notarse la forma de un par de imponentes colmillos.

— Disculpad, hablar en público me suele causar >

Serana asintió levemente, y el nerviosismo se hizo latente cuando la vampiresa tiró de la capucha de su capa

— En privado es mucho mejor

Intentaba usar frases cortas para que no se notasen sus colmillos, al menos no demasiado, ya había tenido bastantes sustos con humanos que se le quedaban mirando

— Bueno.

Murmuró al borde de un tartamudeo.

— ¿Y en qué podría ayudaros, joven?

Si no hubiera dicho que su naturaleza era demoníaca, lo hubiera tratado como un humano más, aunque su aroma dijera lo contrario, pues... Entendía lo que significaba no querer ser encontrado.

Ocultaba parte de su rostro con su capucha, por lo general Derana quería pasar desapercibida mientras conocía el mundo "real".

Cuando las palabras del contrario se hicieron eco, llamando su atención, la vampiresa pareció ponerse nerviosa, como si no esperase que nadie la necesitase. >

La encapuchada tomó la mano que se le ofrecía, agarró con firmeza la mano contraria y asintió.

— Estaba distraída, juraría que había visto a alguien que conocía.

La verdad, había sido una caída ridícula para alguien como ella.

— ¿Os he hecho daño?

— Aux.

Serana que se había quedado mirando a otro lado ha chocado con un viajero y ha caído de culo en el empedrado camino.

La capucha de la capa que lleva puesta deja a la vista unos labios rojizos algo regordetes y una nariz respingona, pero sus ojos quedan resguardados en la penumbra de esta