abrió los ojos, y la pesadilla
se hizo real en su mirada turbia,
pues el monstruo seguía allí, desnudo,
junto a ella, al otro lado de la cama.
—Su marido, Luis Alberto de Cuenca
abrió los ojos, y la pesadilla
se hizo real en su mirada turbia,
pues el monstruo seguía allí, desnudo,
junto a ella, al otro lado de la cama.
—Su marido, Luis Alberto de Cuenca
En Twitter tengo el nombre y el enlace a mi perfil personal 🤣
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