@VaryIngweion Sinceramente, después de ponerlas a prueba con problemas se puede decir que razonan.

Las personas también arrastramos sesgos y errores.

@diariosocialista.net Luego te quieren hacer creer que Pedro Sánchez estaba detrás de las protestas.

El moral: no está bien.

El práctico: cuando entras en eso, aun cuando creas que lo haces por tus principios, acabas perdiéndolos de vista y traicionándolos todos los días por oportunismo.

Y caes en tu propia propaganda, no sabes dónde estás, y acabas aniquilado en la guerra.

Hitler resuelve este problema, que observa en los partidos burgueses más que en la izquierda, sobre la base de que, simplificando, la gente es idiota y por tanto hay que ganarles haciendo propaganda para idiotas.

Pero ésa no es la respuesta que busco. Por dos motivos.

Las dinámicas sociales no son racionales. No sé por qué, pero empíricamente es así.

En vez de eso tengo que esforzarme en dilucidar qué mueve realmente a la gente.

Pero hacerlo sin perder la honestidad y racionalidad por el camino, el riesgo es convertirse en demagogo.

Me cuesta mucho entender por qué la gente apoya a personas idiotas o ideas idiotas, cómo no aprenden cuáles son sus intereses, cómo no abrazan ideas que no son tan complicadas pero son más inteligentes, buenas, superiores.

No lo entiendo, pero tengo que aprender que no va de eso.

* no entendáis que esté diciendo que Gorbachov fuera la izquierda.

Llevo esperando desde adolescente a que el pueblo se dé cuenta por prueba y error de lo que es y supone la derecha, el PSOE, etc. Pero la noria gira y gira sin que parece que, colectivamente, aprendamos nada.

John Molyneux, Introducción al marxismo: internacionalismo.

(resumen de sus palabras)

"Y esa identidad no sólo es vista como innata, sino también como un deber moral: estás obligado a ser leal a tu estado nación.

En tiempos de crisis debemos aceptar recortes por el interés nacional, y en las guerras sacrificar nuestras vidas."

@Spanishrevolution

Mientras los trabajadores ignoran o niegan la lucha de clases, la burguesía lleva a cabo su asalto sin cesar, sabiendo bien que sus intereses son distintos a los del hombre común.

Se me ocurre por ejemplo la cantidad de rojos andaluces que he visto hace poco defendiendo la pasión por la Semana Santa. No se me ocurre mejor ejemplo de artilugio cultural lastrando la ruptura con los valores del pasado.

Mientras el análisis de Gramsci nos hacía ver que los proletarios no habían derrocado a la burguesía porque la hegemonía cultural hacía ver sus valores como un fenómeno natural, los rojipardos romantizan la "cultura del pueblo", y piden "socialismos con características".