4. La justicia formal tiene límites, pero la ética ciudadana, el periodismo veraz y la inteligencia práctica se vuelven herramientas indispensables para sostener verdad y dignidad.

3. Solo con memoria, atención a los hechos y claridad conceptual se puede construir un juicio sólido que no dependa de modas ni de consignas vacías.

2. La información circula deformada, mezclando rumores con operaciones. La tarea ética es separar la señal del ruido y no dejarse arrastrar por el eco mediático.

4. La ética política se expresa en acciones que protegen derechos, no en distracciones. La medida real está en lo que transforma la vida colectiva.

3. Comprender la diferencia exige discernimiento: lo importante se mide por impacto, justicia y efectos concretos en la vida de la gente, no por gestos superficiales.

2. Los medios suelen enfocar en trivialidades, mientras lo sustantivo se oculta o se olvida. Esa ceguera mediática alimenta la confusión en lugar de dar claridad.

4. La ética exige mirar a quienes sufren el impacto real, sin excusas. La justicia social y la atención inmediata son criterios básicos de cualquier juicio político.

3. La política deja de ser espectáculo cuando sus consecuencias son concretas: la desigualdad se hace visible, no en estadísticas, sino en vidas quebradas.

2. Familias enteras enfrentan dificultades para cubrir necesidades esenciales, y la política parece un juego distante donde las decisiones se traducen en hambre y desprotección.

5. En un contexto donde la política se confunde con maraña, su labor funciona como faro: pone límites, marca prioridades y demuestra que la ética no es discurso vacío sino

4. Seguirlos es aprender a discernir la trama del poder y la responsabilidad. La coherencia y la trayectoria no son lujos, son herramientas prácticas de juicio y de acción política real.

3. Son quienes investigan y exponen mecanismos de corrupción sin buscar protagonismo, mostrando rutas del dinero y operaciones que muchos intentan ocultar tras la cortina de humo.

2. Aunque el sistema no valore su ética, su trabajo funciona como brújula: saben qué mirar, qué señales son reales y cuáles simples ruidos fabricados para distraer o manipular la atención pública.

Escuché tu entrevista con Fernando Alonso en radio 10 hace un ratito. Muy interesante.

Tomás, en tu experiencia, ¿hasta qué punto un agente de IA podría empezar a tomar decisiones que ni siquiera su creador anticipa, y cómo se podría mitigar ese riesgo?