Este era el aspecto del edificio en 1853. Como vemos, ha desaparecido toda la tracería de las ventanas, a excepción de las de la torre, luego lo veremos más claro.
Aparentemente, la gárgola de la esquina derecha ha desaparecido casi por completo.

Foto: Bivaldi.

El edificio sufrió de dejadez y los desperfectos que aparecían en sus zonas frágiles no fueron tratados hasta finales del siglo XIX. Aquí es donde entra nuestro Viollet-le-Duc a escena.
Josep Aixa Íñigo se encargó de restaurar el templo del comercio. ¿Qué intervención tuvo?

Eso lo salvó de cualquier reforma que lo modificara para siempre, pero también sufrió bastante dejadez. El monumento está tan bien construido que no ha padecido deterioro estructural, pero sus aspectos más frágiles se deterioraron hasta el punto que el lugar precisaba restaurarse

Pero su belleza era demasiada, incluso para los detractores del gótico. El académico Vicent Noguera dijo sobre ella, en 1783:
“majestuoso modelo de la arquitectura, aunque labrado a gusto gótico, todo respira exactitud, proporción, elevación y grandeza”
Ese "aunque" duele eh?

La Lonja de la Seda también estuvo a punto de ser modificada como cuartel militar. Carlos Desnaux planteó una gran reestructuración de la que sólo se salvaba el salón columnario. Eso sí, dividido en varios pisos. El conjunto escultórico desaparecía casi por completo.

Aunque no lo parezca, el edificio sufrió un deterioro importante a partir del siglo XVIII. No dejaba de ser un monumento gótico, muy odiado por los académicos valencianos, que lo veían como un arte a eliminar o suplantar. Todas las iglesias, incluida la catedral, perdieron su aspecto medieval.