Ese maravilloso dibujo de la tapa es de Hermenegildo Sábat.

Es por los laburantes pero también es por ustedes, indolentes propagandistas del desamparo.

Por liberarlos de sus infamias.

Nunca es santa o perfecta de por sí una organización, ninguna. Ni las de fin más noble. Pero desindicalizados, las pelotas. Ni nunca. Viva el Primero de Mayo. Viva la lucha justiciera del trabajo. Viva la dignidad humana y la solidaridad.⬇️

Los herederos de los tiras de los años 70 reciclan y camuflan su maledicencia vomitiva en troleos y chusmerío de alimañitas de redes. Y no es casualidad, es el autoritarismo lo que se esconde detrás.⬇️

Alcahuetes de la dominación fingiendo apoyar el equilibrio de poder de las relaciones de trabajo, ¿quién lo encontraría verosímil? ¿Ustedes se escuchan mentir, se consentirían? Nosotros tampoco los consentimos.⬇️

Los bustitos parlantes del antisindicalismo hoy se sienten incómodos y balbucean lugares comunes que suenan fariseos en sus bocas, tratando en vano de parecer sensatos y sensibles.
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Tozuda, la fecha nos recuerda la bestialidad inhumana verdadera escondida detrás de esa retórica que evangeliza la desorganización, el debilitamiento y el individualismo de los trabajadores.

El silencio se impone con autoridad serena, y llama a la reflexión. ⬇️

Algunos intereses partidarios entreveran las cabezas con retóricas de identificación de "ellos, los otros" de Montevideo/el interior. Además de egoísta, es perverso ese divisionismo. Retóricas de voz de arreo. Miedo, mediocridad. Disolución de la nación.

El mundo parece cada vez más pequeño, las plataformas de superconexión digital podrán aturdir bastante con sus chusmeríos pero también desbaratan las trincheras artificiales, los corrales de tribu. ⬇️

Montevideo no es ajena (no debería serlo) a la sensibilidad del ciudadano residente en otros departamentos. Su "linaje" se nutre en gran parte de ancestros nacidos fuera de sus límites, fundidos al calor de la actividad capital. ⬇️

Ese ha sido el rasgo común de la mayoría de sus proyectos exitosos. Utilizar la relativa menor escala a favor, ampliar y extender coberturas básicas ganando competitividad y bienestar, reducir costos con organización y asumir inversiones con objetivos. Acciones posibles con cabeza científica.⬇️

Pero Montevideo es muchas realidades contrastadas, tiene puntos de carencias a veces más duras que en el resto del país. Y glorias singulares que convocan a emularlo.

El "arma secreta" del Uruguay casi siempre ha sido organizar, planificar, profesionalizar, universalizar y optimizar. ⬇️

Ni mejores ni peores las personas de un departamento y otro, es su circunstancia la que marca esa función. Muchas veces se mira al departamento a través del caleidoscopio limitado de la centralidad "macrocefálica" que le toca por albergar la actividad capitalina. ⬇️

Siguió y sigue marcando tendencias. Muchos de sus planes y programas han terminado adoptados por otros gobiernos departamentales.
Ha sido y es "laboratorio de avances", avanzada de progreso y civilización con planificación. Tiene ese destino impreso en la frente, debe asumir esa responsabilidad.

Es cuando más hay que cuidar al país de los cantos de sirena, de los empujones de emoción aturdida, de todo lo que lo invita a claudicar en sus principios, a arrodillarse ante la infamia, a negar tres veces su herencia. Y decir como las rayas del Paso del Yabebirí: "ni nunca".

Más aún, muy especialmente en tiempos difíciles. Tiempos de nuevos aprendices de brujo del subordinar todo a la prepotencia, del borronear las fronteras de la verdad, de lo tolerable y de lo humano. Tiempos de cínicos manipuladores y oportunistas. ⬇️