En el bosque de castaña de MDD, se ha avanzado, pero hay mucho más divulgación de conocimiento necesaria. A diferencia de las otras regiones amazónicas, MDD tiene la presión de una migración neta creciente, debido a la minería ilegal y el incremento del precio del oro.

Las brechas de financiamiento de biodiversidad, no debe ser un mecanismo para paralizar la gestión del Estado. Esta debe rendir cuentas mucho más precisas, de la racionalidad de lo que hace, con los recursos que tiene. Los servicios ecosistémicos tienen valores monetarios y no monetarios.

El IPE , con su reciente INCORE, muestra a las regiones de la Amazonía, como las menos competitivas debido a los pobres niveles de complejidad de los productos que se derivan desde allí. La innovación se vuelve más complicada, si es que no se facilita el biocomercio o la economía azul.

El MEF, el INEI y el BCRP no se deberían preocupar solo en tener múltiples indicadores y cuentas para el sector financiero y, estar atento a cuando “salvarlos”, cuando su nivel de "economía de casino", se excede. Hace mucha falta medir el valor de la contribución de los servicios ecosistémicos.

El valor del bosque en pie, la reforestación y repoblación de especies como la castaña está justificado plenamente. Pero, el gobierno no asume la tarea de estimar esos valores e implícitamente, les da un valor de cero; al tolerar el atropello y su deterioro, por la minería o la tala ilegal.

Lo que se empezará a cosechar de modo silvestre desde los castañales de Madre de Dios, se dará gracias a que el año previo se realizó la polinización cruzada de la flor de este majestuoso árbol. Sin un hábitat para los polinizadores, la producción forestal no maderable decae.

Mi investigación presenta sólida evidencia sobre indicadores sostenibles y propone caminos para que Perú y el mundo reconozcan el verdadero valor de sus bosques.
Invertir en la resiliencia del bosque de castaña es invertir en nuestro futuro común.
La tesis, aquí: opal.latrobe.edu.au/articles/the...

Conclusión central:
La castaña amazónica no es solo un fruto o semilla. Es un puente entre economías locales e intereses de importancia global, y un caso ejemplar para valorar servicios ecosistémicos. Las preferencias fueron: cambio climático, empleo indígena y biodiversidad.

Realicé un experimento de preferencias con jóvenes australianos en Sydney y Melbourne, presentándoles un escenario de valoración económica de servicios ecosistémicos de nueces.
Resultado: están dispuestos a pagar más para conservar la resiliencia del bosque amazónico de castaña.

Diseñé un indicador bioeconómico que mide la resiliencia del bosque de castaña.
Este puede orientar inversiones internacionales hacia la conservación, asegurando beneficios locales y globales.
También, a no promover mayor extracción de madera desde las concesiones de castaña.

Propuesta: mecanismos como #REDD+ y pagos por servicios ecosistémicos deben reconocer no solo el carbono, sino también la biodiversidad y el empleo.
Sin esto, los incentivos para conservar se debilitan. Hacen falta indicadores de sostenibilidad y estos bosques, los permiten.

Usé modelos bioeconómicos para simular escenarios de degradación forestal por cambio climático y migración poblacional.
El resultado: sin políticas adecuadas, la tala y la minería ilegal crece y la resiliencia del bosque castañero se reduce dramáticamente.

Analicé cómo los mercados internacionales de castaña (EE.UU., Corea, Europa, Australia) pagan por el producto, pero no por todos los servicios ecosistémicos que permiten su existencia (resiliencia, polinización, captura de carbono).

Mi tesis buscó analizar desde la perspectiva de la economía ecológica el diferencial entre el valor de mercado del producto Nuez de Brasil o Castaña y el valor económico a los servicios ecosistémicos no mercadeables: la captura de carbono, la biodiversidad, la cultura indígena.

La Amazonía peruana alberga 2.5 millones de has. de bosques de castaña. Se han concesionado 1 millón de has.
En Madre de Dios, pobladores rurales y comunidades nativas recolectan un fruto que no solo alimenta al mundo, sino que también captura carbono y conserva biodiversidad.