No voy a dejar de ir a votar y animo a todo el mundo a hacer lo mismo. Ahora bien: no he votado con ganas en mi vida, y con ilusión aún menos, pero qué más da. Tampoco me hace ilusión pagar la factura de la luz: lo hago porque no tengo cinco años y sé que la alternativa es muchísimo peor.

Esto viene a que a nadie le ha importado tanto la saga del niño mago como a quienes fuimos niñes rares, queer, nd... Y encontramos ahí nuestro refugio. Y si nosotres, Jose Luis, hemos podido renunciar a ese refugio (que ya no lo es) tú puedes NO JUGAR A SU PUÑETERO JUEGO.