El candidato a Papa que viene de México y a quien nadie jamás oyó nombrar resulta elegido pero en realidad es...¡una mujer! La película abraza la corrección política y se anota desembozadamente en los temas de agenda, a ver si liga un Oscar. Bochornosa.

"Conclave" tiene cierta destreza al inicio (podría hablarse de un thriller eclesiástico), pero rápidamente elige el camino de la solemnidad y la pompa, que atentan contra la narración y la vuelven pesada y acartonada. La resolución (¡spoiler!) es un chiste involuntario...

10. La última película de Edward Berger (recordado por 1917, el film que le birló el Oscar a Argentina 1985) cuenta un cónclave vaticano ante la muerte del Papa, y se centra en el proceso de elección de un nuevo representante, con todas sus intrigas y conspiraciones.

Entre los puntos flojos podría marcarse la extensión del film y cierta redundancia que por momentos le quita efectividad. Nosferatu habla demasiado (!), algo que le quita encanto y misterio, en comparación con los monstruos más parcos y siniestros de Murnau y Herzog.

Eggers maneja la puesta en escena de manera de construir un relato con elementos del cine de terror y un tono melodramático marcado. Hay una lograda creación de climas (la fotografía es excelente) y una recreación de época notable.

9. "Nosferatu", de Robert Eggers, retoma por momentos cierta estética del clásico de Murnau y de la remake de Herzog. A la vez, no queda pegada a esas versiones y se propone narrar la historia con un peso más fuerte en la protagonista femenina -un signo de los tiempos.

Hay una concepción del cine completamente humana, despojada de cualquier cálculo, de cualquier miserabilismo o mezquindad. La escena final vale la película, y es por cierto uno de los finales más conmovedores del cine de los últimos años.

"Anora" no sucumbe a la corrección política ni le interesa dejar una enseñanza porque no es autoayuda sino cine. Sean Baker filma las sombras del sueño americano y sus películas a menudo giran alrededor del sexo y del dinero.

La película es pródiga en situaciones extrañas y disparatadas: algunas cómicas, otras hondamente dramáticas, y otras, simplemente indefinibles. El tono que encuentra su director es un hallazgo extraño al cine comercial: nunca juzga a sus personajes.

8. Una bailarina erótica (Anora) de un cabaret exclusivo conoce allí a un joven millonario ruso. Están juntos por dinero, pero podría decirse que por un rato se enamoran, viven varias aventuras y terminan casados en un viaje fugaz a Las Vegas.

Pepe habla distintos dialectos, entre ellos el castellano, y cuenta su vida desde una serie de flashbacks porque, nos confiesa al inicio, él ya ha muerto. Delirante, a veces excesiva, la película de Nelson Carlo de los Santos concibe al cine como un arte de riesgo formal.

7. "Pepe" es una película extrañísima, de esas en las que hay que captar su propia lógica, su verosímil poco convencional. La historia de un hipopótamo trasladado de África hasta Colombia, a un parque regenteado por el mismísimo Pablo Escobar, es narrada por Pepe, el hipopótamo.

Esto se ve en el uso de una fotografía de colores apagados, en diálogos cotidianos, en un registro por momentos costumbrista de los personajes. En la "buena" época del quinielero están, de fondo, los años noventa argentinos, con su derroche y su ostentación artificial.

no está clara, y ahí reside buena parte del mérito de la película. Además, la hija y la mujer del quinielero son interpretadas por ellas mismas (!). Rosselli se maneja con una estética realista, que busca en alguna medida recrear las imágenes documentales.

6. "Algo viejo, algo nuevo, algo prestado" combina imágenes documentales de la vida de un levantador de quiniela y su familia (que suceden en el pasado) con imágenes en principio ficticias de esa familia luego del suicidio del padre. La línea entre documental y ficción...

Eso desde ya. Ya si condenan a alguien sin importarles las pruebas, estamos en problemas.

una película que no juzga a sus personajes, cuando quizás lo más fácil hubiese sido hacerlo. Antes que proclamar cancelaciones (censuras) de directores como Eastwood (o John Ford, o Woody Allen, o Polanski) convendría conocer su filmografía.