La sentencia no tiene nada de difícil. De las más fáciles que habrían tenido los magistrados. Una absolución como una casa. Ni una sola prueba directa ni indiciaria con la que argumentar una condena. Lo saben perfectamente. Deben conformarse con haber hecho el ridículo hasta aquí.

Me encantará leerte, como siempre. Más en esta ocasión, en la que no tengo tan claro estar de acuerdo con lo que dice Presno (y me gustaría estarlo).

Es que ya estoy oyendo a algún jurista, incluido algún colega tuyo (catedrático de derecho constitucional), que resulta que la protección del derecho al aborto ya está implícito entre los derechos fundamentales del 15 al 29… y me parece que eso ya sí que es mucho suponer en el contexto actual.

Pero Octavio, ¿cómo lo metemos como derecho fundamental, con toda la historia de la reforma constitucional agravada?…

No estará disponible en español…?🙏

Y qué aún siendo conservador, ante todo es jurista y no ha sucumbido a la tentación de ser un mero soldado judicial.

El voto particular desnuda jurídicamente la vergüenza de la resolución mayoritaria.

El gran mérito de Marchena: convertir a magistrados, conservadores, pero razonables y de gran prestigio jurídico, en soldados del frente patriótico judicial.

De eso se trata. De derrocar al gobierno.

Para una explicación más pormenorizada y mucho mejor fundada: leer el voto particular.
Demoledor. Lo único jurídico que tiene esta resolución.

Intento explicarlo de forma breve: una imputación sin indicios dignos de tal nombre (y además, sin que los hechos sean delictivos). Una resolución que solo puede tener sentido si es política, porque jurídicamente es infumable. Un Lawfare más grande que una casa.