Hambriento me hallo,
próximo al desmayo.
Famélico, ni una sola hormiga negra o roja,
de un buen futuro se me despoja.
Y solo entonces,
obligado a buscar nuevas fuentes de sustento,
acompañado de un gran lamento...
me follo las bolas de tu abuelo.
Hambriento me hallo,
próximo al desmayo.
Famélico, ni una sola hormiga negra o roja,
de un buen futuro se me despoja.
Y solo entonces,
obligado a buscar nuevas fuentes de sustento,
acompañado de un gran lamento...
me follo las bolas de tu abuelo.