Frente a la LESUC del gobierno Ayuso, vamos a seguir resistiendo para mantener nuestras universidades públicas como espacios seguros donde las personas LGTBI, migrantes o musulmanxs, entre otras dianas que pone el fascismo entre nosotrxs, estudien y trabajen libres y sin miedo en nuestras aulas:

No sé si le pasa a alguien más pero siento la necesidad de que alguien o algo me perdone o me diga que está bien llevar una vida normal mientras bebés están siendo asesinados de inanición y no puedo hacer nada y nada de lo que haga nunca será suficiente y realmente no existe perdón alguno.

Muchos que saben de sobra lo que está pasando piensan: "denunciar el genocidio no vale para nada y, encima, si digo algo, puedo perder cosas (curro, amigos, seguidores, salud)", así que mejor me callo.

De esos silencios está hecha la impunidad del estado criminal de Israel.