Miedo da esa caída en picado…

Demasiado han tardado.

Por último, los resultados de la máquina sirven para validar las simulaciones hechas por ordenador. El futuro es hoy, aunque, para ser sinceros, no se está tan mal con el WiFi que proporciona la vacuna del covid. Muchas gracias por llegar hasta aquí. ¡Salud!

Rediseñando los sistemas de ventilación de edificios públicos, como los centros de educación y, sobre todo, los hospitales. Además, actualmente estamos poniendo a prueba las diferentes mascarillas disponibles en el mercado. Una buena combinación puede reducir mucho el riesgo de contagio.

Perfecto, muy bien, fantástico. ¿Y cómo nos ayudará esto a reducir las infecciones que se transmiten por aire? Pues muy sencillo: si conocemos cómo se comportan y cómo se mueven las microgotitas que expulsamos al toser y estornudar, podremos ponerles freno... ¿pero cómo?

Descubrimos que la temperatura afecta a las microgotas de tal forma que, cuanto mayor sea la diferencia entre el sujeto (la máquina) y el ambiente, más lejos llegan las gotas e incluso se observa una mayor concentración de gotas. ¿Qué nos dice esto? Que infectarse en invierno tiene aún más sentido.

Las imágenes obtenidas fueron muy chulas. Incluso presenté una a un concurso de fotografía, donde claramente no supieron valorar la belleza de las partículas danzando con el aire expulsado por un estornudo de una máquina que intenta ser un humano voluntario.

Y ahora entramos con la temperatura. La idea principal fue probar tres temperaturas ambiente: 27 °C, 17 °C y 7 °C. ¿Qué pasa? Que la máquina funciona con alguien al lado, no va por Bluetooth. Así que fueron tres semanas bastante entretenidas en febrero. El de la foto soy yo, no es nadie malvado.

Esto solo pasa en ambientes muy calurosos, como en Canarias, ya que lo hicimos sin tener en cuenta la temperatura. Además, tiene que salirte todo por la boca. Interesante, ¿quieres saber un poco más sobre esto? Te regalo un vídeo en cámara lenta (ignorad el celo que tapa la nariz).

Pues toda información es bienvenida. Además, ¿os habéis fijado en esa estructura que sale hacia arriba en el vídeo con la nariz cerrada? Os presento a un vórtice de anillos: 'peligroso y letal', ya que puede superar cualquier barrera frente a las personas. Estornudo 1, mamparas 0. Atentos a la foto.

Bueno, ¿y qué conclusiones sacamos de esto? En primer lugar, si nos tapamos la nariz y dejamos la boca abierta, las gotitas saldrán más rectas; pero si no nos tapamos nada, las gotitas irán más hacia abajo (como dirían en la uni: ¿y qué?). Para que quede claro, adjunto un vídeo en plena acción.

Por supuesto, la imagen de la 'maquinita' dentro de una cámara climática. Aquí estudiamos el efecto de la temperatura en las microgotas expulsadas. El señor de la foto lleva puesta una máscara de oxígeno, pero es solo para calentar toda la máquina a 37 °C, ya que, obviamente, no necesita oxígeno.

Y ahora sí que sí. Mi tesis consistió (en pocos meses la defiendo) en la construcción de una máquina que tosiera y estornudara, evitando al máximo el factor humano, pero trabajando en condiciones lo más realistas posibles. ¡Ojo! Incluimos el tracto respiratorio superior. Aquí os dejo la imagen.

Por otra parte, para evitar el factor humano, se han hecho simulaciones por ordenador (muy futurista), pero sin tener en cuenta el sistema respiratorio y simplificando tanto la boca que, en el mejor de los casos, no era más que un cilindro perfecto y sin rugosidades. Nada futurista, la verdad.