Enigmas que en su número infinito
en puntos señalados se concentran
hasta encontrar la voz de algún poeta
que en verso los traslade expedito...

Ver todo eso fue prez y castigo
cuando vi aquel brillante allí en tu ombligo.

...

Eso, ódienme.

Retruécanos que Febo allá en su isla
complejizó, de su templo al abrigo,
sentando sobre el trípode a la Pitia
y bisbiseando incógnitos sonidos.

Incognitas resueltas por la Ciencia
y quienes con tesón a ella se abocan.
Incógnita perenne cuya influencia
hace reflexionar a quien la invoca.

Acertijos del todo irresolubles
con que la Esfinge en Tebas daba voces.
Acertijos que el más sagaz descubre
desde el lenguaje oblicuo de los dioses.

El Universo guarda mil arcanos
concentrados en cada átomo breve,
en cada instante de su tiempo leve
do lo sagrado se vuelve profano.

Secretos tan eternos como el éter
cuando surgió del soñoliento Caos.
Secretos do la vida se entromete.
Secretos de la muerte hechos vaho.

Me pasó cursando el CBC en uno que quedó deshabilitado por siempre, al menos en mi recuerdo, al fondo, ala izquierda. Puenteé los cables Sarmiento-style y salimo' antes de que vinieran a sacarnos.

Sigo subiendo en ascensor cuando voy.
Nada de esto es joda, obvio.