El Supremo ha dado la razón a Civio y obliga al Gobierno a darnos el acceso al código fuente de BOSCO, la aplicación que decide quién recibe el bono social.
Esto crea jurisprudencia y establece que conocer las tripas de los programas y algoritmos que usa la Administración es un derecho democrático.
El Supremo ha dado la razón a Civio y obliga al Gobierno a darnos el acceso al código fuente de BOSCO, la aplicación que decide quién recibe el bono social.
Esto crea jurisprudencia y establece que conocer las tripas de los programas y algoritmos que usa la Administración es un derecho democrático.