Es lamentable que Rafael Narbona, a quien suelo leer, caiga en el juego de la polarización que tanto bien le ha hecho a la antipolítica (en Venezuela desde los 90 y hoy en muchas partes del mundo). Si somos demócratas que creemos en el voto, tenemos que aceptar los resultados.

Era previsible, Netanyahu sigue matando y los palestinos siguen muriendo asesinados. Muchos jefes de Estado compraron el "Acuerdo de Paz" de Trump pensando que calmarían los movimientos ciudadanos contra Israel en su países. Toca ahora seguir en la calle reclamando justicia y el fin del genocidio.

VOX y otros sectores de la ultraderecha han entendido que la antipolítica da frutos, y la incentivan. El objetivo de la izquierda y otros partidos democráticos debe ser enfrentar, con hechos, el desencanto de amplios sectores de la población.

Da la impresión de que estamos más pendientes de la fecha de jubilación de un "juez", que de luchar en su contra e impedir el lawfare en todo el sistema judicial.