Iba con prisa porque le pillaba el toro.

Esperaba esta segunda parte de la saga con muchas ganas y me ha sorprendido gratamente. Lo bueno es que la historia sigue abierta y se da a entender que las trepidantes aventuras de Henry continuarán en una tercera entrega.

Os animo a jugar a esta maravilla.

Y recordad...

Audentes fortuna iuvat!

Los parrys con las espadas están rotos, aunque aconsejo llevar un martillo para enemigos con armadura completa. Las lanzas apenas las he probado.

Durante el combate están bien las ballestas y las armas de fuego para 1 solo disparó y pasar a melee. El arco por la velocidad de disparo en general.

El sistema de combate sigue siendo el mismo aunque más pulido. Algo que puede hacer que mucha gente sea reticente a jugar la saga. A mí me parece que es el punto de diferencia con otros juegos RPG y que en el momento que aprendes la mecánica es increíblemente disfrutable.

Algunos añadidos respecto al primer título como la habilidad para las armas de asta, las ballestas y las armas de fuego le dan más variedad al juego.

Y los minijuegos de herrería y boticario son muy disfrutables para el que quiera desconectar de aporrear bandidos.

Totalmente acertado también rescatar como personaje principal/secundario al mejor NPC del primer juego. El padre Godwin.

En esta segunda parte personajes como Rosa, Katherine y Musa de Malí me parecen TOP.

La dupla de Lord Capon y Henry de Skalice intentando alcanzar sus objetivos y tropezando con cada bache del camino le da el punto de humor perfecto al juego. Logrando que el jugador dude si en cada objetivo que los personajes alcanzan se va echar o no a perder a causa del enemigo de turno.

Tanto la historia principal como la ambientación me parece que le da un toque especial, que convierte un juego divertido en un juego magnífico.

El carisma de los personajes principales y la variedad de opciones a la hora de conversar con cada NPC anima al jugador a explorar cada conversación.

En el caso de KCD2 todas las misiones que he completado (me faltan un par de secundarias) me han parecido originales y para nada repetitivas. Algo que ha conseguido el juego sin necesidad de tener mucha variedad de mecánicas. Utilizando solamente el diálogo, el combate y/o el sigilo.

La ultima vez fue con The Witcher 3. E incluso en ese caso noté que se volvía repetitiva la parte de limpiar las interrogaciones del mapa, sobre todo en Skellige con las malditas sirenas.

Se me olvidaba mencionar que Dahlia, nuestra Tiflin, intentó encontrar loot en el cadaver de un bandido destrozado por un oso. Y la pifia le supuso vomitar mucho... No pudo soportar la visión del cuerpo hecho picadillo.

Lo que no se es como van a ser las sesiones en las que vayan a tener que ser sigilosos y pasar desapercibidos porque llevan una tiflin rosa, un tabaxi sin pelo (un gato esfinge), un dracónido verde y un Verdan de 1'15 metros que parece un goblin. Pinta bien.

Le han tenido que realizar la maniobra de Heimlich para evitar que muriera ahogado, y finalmente han llegado a su primera posada. Ha sido una primera sesión muy divertida la verdad.

Han comenzado a lvl 1, han sacado una pifia en la primera tirada grupal, han derrotado a sus primeros bandidos y uno de los jugadores que lleva a un dracónido ha intentado tocar su armónica y ha sacado una pifia en interpretación, lo que le ha causado tragársela.

Te meten una penalización en las interacciones con los NPCs, pero dura poquísimo, esperas un par de días sentado en un banco y se te quita. La marca al rojo si creo que dura un poco más, pero no es permanente.

Por si te sirve de algo, hay una perk en la habilidad de latrocinio que te sirve para saber en qué pueblos se consideran robados los objetos que tienes.

Yo debía 1800 oros y me dejé pasar, me metieron en el cepo porque me negué a pagarlo. Y tampoco pasa nada.

Es verdad que aparecen bastantes bugs, toda la razón. Se nota que le faltan unos pocos parches todavía al juego.

Respecto a lo de robar, el juego es excesivamente exagerado con lo de los robos. Robas en una punta y saben que la mercancía es robada aunque la vendas en la otra esquina del mapa.