Recupero estas notas en Arriondas, Asturias, en donde velé mis primeras armas periodísticas en 1973.
La niebla matinal de esta última mañana de 2024 parece la misma que me envolvía en aquellos lejanos años de corresponsal en
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miguelsomovilla.com/2024/12/31/s...

«Pisando la dudosa luz del día» del verso gongorino.
Al atardecer, apagadas aún sobre el cielo azul, las bombillas navideñas viven en vigilia, con los ojos medio abiertos. Luminosas de noche, y casi invisibles al sol, renacen con la paradoja del ocaso.

«Por dificultades en el último momento para adquirir billetes, llegué a Barcelona a medianoche, en un tren distinto del que había anunciado, y no me esperaba nadie. (…) Enfilamos la calle de Aribau, donde vivían mis parientes…».

Carmen Laforet, «Nada», Premio Nadal (1944)

Estos días azules…

Esta entrañable obra de Juan Arias (1932-2024), un referente entre los maestros del periodismo español, se inicia con una dedicatoria a sus padres, «Guillermo y Josefa, que desde niño me inculcaron la pasión por los libros».

Hoy tengo ya 68 años y un día, lo cual no es una condena sino una suerte. En 2020 escribí unas notas sobre esta extraña sensación de sumar meses al calendario vital. Aquí las dejo porque pienso más o menos lo mismo que entonces:
miguelsomovilla.com/2020/11/20/e...

Casita del Príncipe, en El Escorial. Los paisajes otoñales, en los días previos a cumplir un año más (caerán 68 el 21 de noviembre), son propicios para el repaso y la melancolía.
Después del paseo vespertino he comprado dos velas numeradas en un chino. Todo en orden.