Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.
Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.
En una sociedad del cansancio, con sujetos del rendimiento aislados en sí mismos, también se atrofia por completo la valentía. Se hace imposible una acción común, un nosotros.
En una sociedad del cansancio, con sujetos del rendimiento aislados en sí mismos, también se atrofia por completo la valentía. Se hace imposible una acción común, un nosotros.
para otros un estado más complejo que abarca a un tiempo el ayer, el ahora y el mañana; para otros, una no interrumpida serie de sueños.
para otros un estado más complejo que abarca a un tiempo el ayer, el ahora y el mañana; para otros, una no interrumpida serie de sueños.
El tiempo lame y roe y pule y mancha y muerde;
socava el alto muro, la piedra agujerea;
apaga la mejilla y abrasa la hoja verde;
sobre las frentes cava los surcos de la idea.
El tiempo lame y roe y pule y mancha y muerde;
socava el alto muro, la piedra agujerea;
apaga la mejilla y abrasa la hoja verde;
sobre las frentes cava los surcos de la idea.
El hombre que está libre de estas tres puertas que conducen a las tinieblas adquiere, oh hijo de Kunti, la perfección de sus alma, y entonces logra el camino supremo.
(Bhagavad-Gita)
El hombre que está libre de estas tres puertas que conducen a las tinieblas adquiere, oh hijo de Kunti, la perfección de sus alma, y entonces logra el camino supremo.
(Bhagavad-Gita)
La puerta del infierno, la cual causa la destrucción del alma, es triple; el apetito, la cólera y la codicia. Por esto es menester librarse de las tres.
La puerta del infierno, la cual causa la destrucción del alma, es triple; el apetito, la cólera y la codicia. Por esto es menester librarse de las tres.
regocíjate contemplando a tu hijito que se agarra a ti.
alégrate cuando tu esposa te abrace...»
(Poema de Gilgamesh)
regocíjate contemplando a tu hijito que se agarra a ti.
alégrate cuando tu esposa te abrace...»
(Poema de Gilgamesh)
En cuanto a ti, oh Gilgamesh, llénate la panza;
parrandea día y noche;
que cada noche sea una fiesta para ti;
entrégate al placer día y noche;
ponte vestiduras bordadas,
lávate la cabeza y báñate,
En cuanto a ti, oh Gilgamesh, llénate la panza;
parrandea día y noche;
que cada noche sea una fiesta para ti;
entrégate al placer día y noche;
ponte vestiduras bordadas,
lávate la cabeza y báñate,
«¡Oh Gilgamesh! ¿Por qué vagas de un lado a otro?
No alcanzarás la vida que persigues.
Cuando los dioses crearon a los hombres
decretaron que estaban destinados a morir,
y han conservado la inmortalidad en sus manos.
«¡Oh Gilgamesh! ¿Por qué vagas de un lado a otro?
No alcanzarás la vida que persigues.
Cuando los dioses crearon a los hombres
decretaron que estaban destinados a morir,
y han conservado la inmortalidad en sus manos.