Lo que ahora llaman presión estética no me es desconocida. Nunca pensé que fuera nada especial, simplemente era una muestra de la discriminación por no ser como el resto de mujeres. Nunca lo he considerado mayor muestra de violencia que otras. Para mí es peor que me estafen por mi discapacidad.

Las mujeres con discapacidad que viven como si no la tuvieran ignoran su condición y, de facto, la rechazan. Yo no voy a esconderme. Hacerlo sería misoginia dirigida a mí y a otras mujeres con discapacidad evidente. Tampoco voy a tachar a quien interrumpe su embarazo de discafoba. Ella decide 💜