Como adultos podemos decidir sobre nuestra exposición, es verdad. Pero tenemos responsabilidad sobre cómo les enseñamos a los chicos a gestionar el #EntornoDigital y cómo los educamos en #ConvivenciaDigital. El cambio empieza por nosotros. 🚀

Y nosotros, en gran medida, como sociedad nos hacemos parte del juego: consumimos, buscamos, compartimos, viralizamos y reproducimos. Tal como si fuera normal. Como si estuviera bien. 🤦🏼‍♀️

6️⃣ ¿Y si toda esta novela está armada y consensuada entre todos los adultos participantes, para obtener rédito económico y publicidad? Sería aún peor: una vulneración consciente e intencional de derechos y garantías sobre su integridad, seguridad y bienestar. Y todo por 💰.

A esa información acceden, sin ningún reparo y con pocas posibilidades de evitarlo: NNyA. Y, a diferencia de lo que les pasa a muchos (🙄) con el contenido de #ESI, que está pensado para abordar el tema pedagógicamente, esto no nos escandaliza, ni un poco. ¿Para pensar, no?

5️⃣ Cuentas públicas, portales de medios, programas de streaming y del prime time de la televisión están reproduciendo, sin ningún tipo de reparo y en cualquier horario, conversaciones íntimas y mensajes, con contenido sexual explícito.

Y mientras tanto los medios alimentan sus #ClicksBait con historias privadas, información de menores, y normalizando que "todo vale” si entretiene o vende. ¿Qué mensaje reciben los chicos que ven que compartir información privada y datos sensibles es "normal"? 🤔

4️⃣ ¿Alguien, los padres incluidos, piensa en las implicancias que toda esta situación puede tener para los chicos? No solo una huella digital imborrable, una reputación marcada y el menoscabo a su dignidad personal, también la intimidad familiar absolutamente quebrada.

La publicación de fotos de menores tiene el potencial de condicionar y lesionar sus derechos y su futuro. Y pese a esto, lamentablemente, es una práctica que tenemos absolutamente normalizada. ¿No es momento de cambiar?

3️⃣ Como si fuera poco, entre toda la exposición de vidas privadas, se suma el hecho de compartir indiscriminadamente imágenes de menores (y mayores) de edad. Los hijos de, tal con los hijos de cual, las fotos privadas y un largo etc.

Publicar conversaciones privadas, sin consentimiento de la otra parte, puede encuadrar dentro del ámbito del Derecho Penal como #DelitoInformático y puede traer consecuencias civiles (💸) por los daños al honor, a la intimidad y al buen nombre que pudiera generar.

2️⃣ ¿Desde cuándo nos parece bien algo que está mal? Compartir información que se nos dió en carácter personal y que no tiene relevancia pública o implique la comisión de un delito, es una ruptura de confianza y está mal. En el mundo online y en el offline también. Y se dice poco!

Sino, validamos desdibujar los límites de la intimidad y la "inercia tecnológica" de la que habla Sebastían Bortnik, nos llevará a exponer cada vez más (y más) datos personales, sin pensar en las consecuencias y sin que medie una decisión consciente al respecto.

1️⃣ Da la impresión de que no hace falta crear o construir para tener fama y reconocimiento, simplemente basta con exponerse; y en estos tiempos de #PonziBro, #LudopatíaInfantil y #OnlyFans creo que debemos buscar otros espejos para que los chicos se puedan reflejar.

Como protagonistas o consumidores, en el medio de este gran embrollo de vulneración de derechos, exposición y daños de reputación 🤯, podemos aprovechar a hablar sobre #EducaciónDigital, #Derechos y nuestro rol como adultos en la #ProtecciónDeMenores:

Las #RedesSociales son herramientas poderosas para garantizar derechos y desarrollar nuestro potencial, pero debemos ser responsables: ¿qué estamos mirando? ¿qué estamos normalizando? ¿cómo estamos actuando? ¿y qué mensaje le estamos dando a niños y adolescentes? 🤔