El espacio: en los 90, el desempleo se traducía en tiempo ocioso que nos permitía encontrarnos entre nosotros o crear algo nuevo. Ahora, simplemente agarramos más horas de trabajos más precarizados y, muchas veces, solitarios.
El espacio: en los 90, el desempleo se traducía en tiempo ocioso que nos permitía encontrarnos entre nosotros o crear algo nuevo. Ahora, simplemente agarramos más horas de trabajos más precarizados y, muchas veces, solitarios.