Muuuuchas gracias 🫂

Si esto es así, el sentimiento anti-institucional debería ser más fuerte contra aquellas instituciones más asociadas a la narrativa del progreso (p.ej., democracia, capitalismo, tecnología, ciencia...) y menos fuerte contra aquellas menos asociadas al progreso (religión, espiritualismo, familia...).

En mi opinión esto tiene mucho que ver con una decepción con la narrativa del progreso que empieza en los años 70, muy lentamente, y se acelera con la gran crisis de 2008. Por debajo, el gran cambio (infra) estructural que supone el choque con los límites planetarios (ecológicos y recursos).

Este sentimiento generalizado anti-institucional no sólo se da entre los jóvenes y no sólo afecta a las instituciones políticas también a las científicas, culturales, etc. Empezó hace unos 15 años probablemente por la gestión de la gran crisis de 2008 y se sigue extendiendo.

(resultado no oficial)