Muchas gracias 🫂

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Tenía que contarlo. Porque sé que no soy el único al que la presión laboral le ha pasado factura. Si tú también estás ahí: no estás solo y no tienes que aguantar hasta reventar. Tu salud vale más que cualquier proyecto.

Haciendo funciones de senior (o más) y cobrando como un junior (o menos). Y aun así, estando de baja, sigo sintiéndome culpable. Culpable por no estar. Por no sacar trabajo adelante. Por no poder más. Aunque mi cuerpo lleve meses pidiéndome a gritos que pare.

Ah, y a todo esto, el día del apagón despidieron al que era mi jefe. Y hace unas semanas me he enterado ¡por la prensa! de que una compañera es ahora la responsable del área. A mí nunca se me ha notificado por ninguna vía que esta compañera iba a ser mi nueva superior.

Los fines de semana no descansaba. Solo pensaba en lo que vendría el lunes. Me levantaba con taquicardias. Me sentaba delante del ordenador y lo único que me daban ganas era de llorar. Llegué a creer que era culpa mía, que no valía, que era un inútil.

Y en varias ocasiones lo hablé con mi superior. Lo sabía. Lo comenté en reuniones, le llamé por teléfono, se lo expliqué más de una vez. Era consciente de que yo estaba mal y de que la carga laboral era, muchas veces, insostenible.

Los ataques de ansiedad se volvieron habituales. Los picos de estrés diarios también. Y aunque el volumen bajó hace unos meses, mi ansiedad ya había encendido todas las alarmas. Soñaba con el trabajo. Tenía pesadillas. Mi cabeza no desconectaba ni un segundo.

El verano fue un infierno (no solo por el calor). Estrés desorbitado, varios proyectos en paralelo, noches sin dormir. Contrataron a una persona durante un mes y, aunque me ayudó muchísimo, la montaña seguía siendo demasiado alta para escalarla.

Además de lo técnico, también hacía presupuestos si se me solicitaban, me leía pliegos, licitaciones, tareas que no eran mías pero que “había que hacer”. Y yo, en bucle, tirando hacia adelante como si fuera indestructible.

Hubo semanas con dos y hasta tres proyectos a la vez. Vivía en un estado permanente de tensión. Pasaba los días con el cuerpo en alerta máxima y los fines de semana enfermo.

2025 arrancó con un proyecto enorme cuya vertiente técnica recayó completamente en mí. Y a partir de marzo/abril empezaron a caer más y más proyectos, hasta octubre. Yo era el único técnico. El único con experiencia. El único para todo.

Entré en esta empresa en abril de 2024. Al principio todo fue bien, incluso pensé que por fin había encontrado un sitio estable. Pero a finales de 2024 y principios de 2025 todo empezó a romperse poco a poco.

Aparte de estas, hay muchísimas más novedades (nuevos nodos para Grease Pencil, mejoras en el compositor, importador FBX más rápido, mejoras en el modo de esculpido). Y además, es una versión LTS.

Además, Blender 4.5 introduce un nuevo tipo de objeto de forma nativa: Point Cloud. Permite visualizar y editar millones de puntos sin necesidad de malla. Se pueden convertir nubes a mallas (y viceversa) desde el modo edición. Esto es ideal para escaneados láser o fotogrametría.

La nueva visualización continua de UVs en Blender 4.5 es un antes y un después: ahora puedes ver y editar las islas UV en el visor 3D y en el editor de imágenes, incluso fuera del modo de edición. Más contexto y precisión para el despliegue de UVs y el texturizado.