Voy a necesitar más de una...

—Susurró más dormida que despierta, segundos antes de quedarse dormida junto a su marido.—

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 𝐑𝐎𝐋 𝐂𝐄𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎. 𖹭

‹ ya, ahora mismo, quemaría el mundo entero por ti. Cuando Alien nazca, será peor.

—Bostezó y se acurrucó más contra él, acompasando su respiración a la contraria.—

Miedo me da ser peor que tú.

—Bromeó, claro.—

Y ya lo eres, cazzo, pero pasaréis a ser dos.

—Replicó sin perder la suave sonrisa de sus labios, girando el rostro lo necesario para besar la sien izquierda de su marido.

La calma comenzaba a rodearles y Morfeo, poco a poco, iba colándose entre sus suaves palabras.—

Estoy segura de que si ›

‹ vientre.—

Me muero de ganas por conocerle. Vais a ser mis 2 tesoros.

—Admitió en voz bajita, cerrando levemente los ojos.—

—Una suave risa brotó de sus labios, acomodándose en su lado de la cama, antes de que el siciliano tomase la posición de todas las noches junto a ella.

Pegó la espalda a su pecho y le dejó hueco para que apoyase la barbilla en su hombro, antes de posar su mano sobre la que tenía sobre su ›

‹ prácticamente todas las noches desde que supo que estaba embarazada.—

Me encanta poder oír el latido de Alien en las ecografías.

‹ otro.

—Le dio un golpecito en la punta de la nariz, antes de que la dejase sobre la cama.

Ella ya estaba en pijama, un conjunto de pantalón corto y top muy cómodos, así que aprovechó para coger crema hidratante de su mesita para darse en las piernas y también en la tripa.

Era algo que hacía ›

—Como siempre que la cogía entre sus brazos, Lucía se sujetó de su cuello y se acurrucó contra su pecho.

Era su sitio favorito, junto con el huequito entre su cuello y su hombro.—

En realidad... es todo gracias a tu antiguo abogado. Sin él, nunca nos hubiésemos cruzado en la vida del ›

‹ evitarlo.—

Nunca pensé que pasaría por algo así, amore.

—Admitió en un suave susurro, antes de sorber por la nariz y asentir a su sugerencia.

Eso sí, no le quitaba los ojos de encima, no podía dejar de mirar cómo la mimaba y colmaba de besos.—

Deberíamos. Tú también, ragazzo.

—Esa intimidad que compartían y cómo se miraban y tocaban, hacía que el corazón de la veneciana diera salto de alegría en su pecho.

Por esa razón y por la palabras que el siciliano utilizó, fue motivo más que suficiente para que varias lágrimas cayesen por sus mejillas sin que pudiese ›

‹ persona del mundo como padre. Estoy tan feliz de que esto haya sido contigo...

—Confesó sin aflojar el agarre y poniéndose de puntillas, siendo esta vez ella la que besaba sus carnosos labios.—

—Los luceros claros de Lucía se aguaron ante esa respuesta y el gesto tan íntimo y delicado sobre su tripa un poco abultada.

Pestañeó con rapidez, con el labio inferior entre los dientes, antes de que los dulces besos ajenos llegasen a su boca.—

Alien aún no lo sabe, pero ya tiene a la mejor ›