Me daba miedo hablar en público y con detalles, pero con el miedo no se va a ninguna parte. Y esta gentuza se aprovecha precisamente del miedo.
En la editorial Hidra son unos explotadores, y se han enriquecido gracias al trabajo precario de muchos traductores llenos de ganas e ilusión como yo.
Me daba miedo hablar en público y con detalles, pero con el miedo no se va a ninguna parte. Y esta gentuza se aprovecha precisamente del miedo.
En la editorial Hidra son unos explotadores, y se han enriquecido gracias al trabajo precario de muchos traductores llenos de ganas e ilusión como yo.