—Al oir el saludo levantó sus orejas de forma involuntaria, posando la mirada en el y alzando su diestra a modo de saludo—

“¡Buenas!”

—Se había acostumbrado a que los desconocidos se acercaran curiosos, por lo que ya no se le hacía raro—

Oh, buenas, ¿le puedo ayudar en algo, señor?

> para que los perdieran de vista fácilmente, no le dio tiempo a gritar cuando ya le cubrieron la boca.

Ella ya supuso que querían sacar dinero de alguien con unas orejas tan llamativas, trató de morder la mano, pero llevaba guantes—

—Tampoco notó que las seguían con tanto barullo, se acercó al puesto con la pelirroja y se quedó embobada con los distintos dulces, se apartó un poco de su acompañante para mirarlos todos y decidirse.

Fue cuando aprovecharon y tiraron del brazo de la albina mezclandola entre tanta gente de nuevo>

> mirarlas, algunos con curiosidad y otros simplemente como los que ven una cucaracha—

> magia de luz, la he estado usando para sanar heridas ajenas y así ganar el favor de algunos, pero por alguna razón no puedo curarme yo misma con mi magia”

—Era todo lo que sabía de si misma ahora mismo, y que sus orejas no eran tan comunes donde se encontraban ahora, porque no dejaban de >

“La gente es demasiado orgullosa para aceptar que con ayuda externa todo sería más fácil”

—Negó ante la pregunta del hombre, no recordaba nada, solo su nombre, aunque de forma instintiva hace no mucho que descubrió algo—

“Bueno sí, descubrí que puedo usar >

> tengo hambre, sí...”

—Para sus desarrollados oídos, el ruido ambiental era aun más acentuado, lo que provocaba un poco la desorientación de la albina.

Ante la pregunta, negó enérgicamente—

“No no, estoy bien, graci-”

—Pero su cuerpo decidió llevarle la contraria en un rugido de tripas—

“Bueeeno... lo mismo sí que >

> La gente solo la miraba con curiosidad por sus orejas—

Danke

—Agradeció e inició la marcha a paso ligero para luego igualar el ritmo de la pelirroja, siguiéndola a poca distancia para no perderse, era fácil desorientarse entre la gente para alguien de baja estatura como la albina.

Aunque sin mucha fe de encontrar a alguien que la reconozca. >