Nos conocimos en 2005 en una campaña gallega y me pareció majo. Por eso no le deseo pasar por un trago como el del otro día. Y menos aún le deseo que después de hacerlo nadie escriba una columma con acusaciones tan graves sobre él sin tener la valentía de nombrarle

Acabó preguntando si puedo asegurar que la noche del 13 de marzo de 2024 no fui de madrugada a la redacción del periódico. Hizo la pregunta como si hubiera desenmascarado al asesino. Yo había declarado ya que redactamos la información desde nuestras casas en portátiles.

He entrevistado más veces a Feijóo que al fiscal general pese a haber pasado más tiempo ocupado en información de tribunales. Según el silogismo de este abogado, Feijóo y yo deberiamos ser íntimos amigos. Lo cierto es que entre todos los abogados su interrogatorio fue el más exótico.

Al abogado le extraña que se pueda llamar por teléfono de Madrid a Santiago para un reportaje de expertos. Y
esta gente es a la que te encuentras una tarde en el Supremo y se extraña un montón de que algunos periodistas tarden tanto en comprobar las cosas. No sorprende nada que le sorprenda.

Entre las pruebas de mi relación personal con García Ortiz, el abogado de la acusación cita lo que el llama entrevista a su mujer y que en realidad es una
opinión de esa fiscal dentro de un reportaje repleto de opiniones de juristas que firmé con una compañera de Sociedad. x.com/alegrameeeld...

La cuarta entrevista según su cuenta no es una entrevista. Es un perfil SIN DECLARACIONES SUYAS del día en que lo nombran fiscal general. Otra gran prueba es que publicó una tribuna en eldiario.es (como ha hecho en otros tantos medios).

Pero a quién más daño hace la declaración de Miguel Ángel Rodríguez es a ese periodismo que publicó como noticia lo que les mandó Rodríguez y que según su misma declaración eran deducciones porque ya tiene el "pelo blanco". Deducciones equivocadas, si el término bulo no gusta.

No es agradable ver a un cargo público al que también pagas el sueldo con tus impuestos intentando difamarte en el Supremo. Pero muchos periodistas sufren cosas bastante peores. Cero dramas. Pero no es cierto que no hablásemos con él. La charla duró 51 minutos en WhatsApp

Y repitió varias veces "vosotros veréis". La prueba de que la conversación existió está en el Supremo donde una funcionaria la recabó de mi teléfono móvil.
Cada uno puede defender sus intereses como mejor considere pero lo que dijo Miguel Ángel Rodríguez al
Supremo no es verdad.

Mi diálogo con el jefe de gabinete de la Presidenta madrileña para recabar su versión empezó el 11 de marzo de 2024 a las 21:54. Acabó a las 22:45 de ese mismo día. No respondió a ninguna de las preguntas que planteamos salvo para decir que nada de eso afectaba a la Comunidad.