Y así es como los cultos "de toda la vida" y "nuestras tradiciones" y "marcadores de identidad", en realidad, son imposiciones culturales-religiosas, y de fuera.

De las 26 inscripciones con la advocación "Sanctae Mariae" sólo 3 están fuera de Hispania (Etruria, Veneto y Lincoln), con 3 para Lusitania, 4 para la Bética y 16 en la antigua Citerior. Va a ser hasta verdad que Tajón apretó el acelerador para "implantar la devoción".

A partir de ese momento empieza a ser normal dedicar basílicas a Santa María, como las de Moura o la de Cabra, consagrada II Kal. de Junio de 698 de la Era, vamos, el 31 de mayo de 660

... o Leando, que le dedica De institutione virginum a su hermana Florentina ¿se inspiró en la liturgia bizantina que tan bien conocía? Hay que recordar que huyó de la Cartagena bizantina con toda su familia y se asentó en Sevilla, creando una dinastía de obispos.

A partir de ahí empieza la labor de bombardeo intelectual-teológico de obispos y abades hispanos con el tema: Ildefonso en De virginitate beatae Mariae insiste hacia la saciedad en el doble virginidad (tema que les preocupaba mucho, por lo que sea)...

Ese día se decidió en el X Concilio de Toledo de 656, eligiendo el 18 de dic., en Adviento, justo el mismo día que en Constantinopla se conmemoraba (¿desde el siglo V?) a María en la iglesia mariana de la Chalkoprateia. Ya es casualidad.

... abad hispano que luego fue nombrado obispo de Zaragoza. Y es ahí donde parece empezar la expansión del culto a María, imitando las fiestas (¡hasta 4!) que había en Roma y en Constantinopla. Pero, claro, había que elegir un día.

La moda del culto a la Virgen continuó hacia Occ. y en 649, en el concilio de Letrán, se declaró oficialmente la perpetua virginidad de María, antes y después del parto gracias a un milagro. Aunque en ese concilio no parecen asistir hispanos, sí estaba Tajón...

Pero, claro, esto era como raro. El concilio ecuménico de Constantinopla de 533 tuvo que insistir en el tema la declaró "siempre virgen", es decir, "ante partum et in partu", que era el problema.

Parece que Agustín es el primer líder de la Iglesia de Occ. en centrarse en la importancia de la virginidad de María, antes y después del parto, con una serie de sermones que explicaban las profecías de Ezequiel y se referían a ella como "puertas cerradas".

BERNAL, A.M. La lucha por la tierra en la crisis del Antiguo Régimen. Madrid, Taurus, 1979. pp. 55 y 56.

#diadeandalucia

8.El proceso de implantación señorial fue tardío y progresivo, de aquí la vigencia que tenía cuando a fines del XVIII se plantea el problema de la supresión de la feudalidad y de los regímenes señoriales.

7.Proceso de concentración de señorios y títulos a lo largo de los siglos XVI-XVII, con su jurisdicciones en tierras, tanto en los de la “nobleza de conquista” como en la “segunda nobleza”: (…) Con ello se originan unos auténticos “estados” señoriales, de tipo regional.

6.Por compra pueden adquirirse jurisdicciones y territorios: la zona de la vega del Guadalquivir y la del Algarafe conocen una implantación señorial sobre los lugares y villas de las órdenes. Será ésta la “segunda nobleza” (…) también significativa desde el punto de vista de posesión de tierras.

5.A mediados del XV, dos procesos son coincidentes: uno, la formación de mayorazgos por caballeros y nobleza secundaria ligada a Sevilla capital y a actividades mercantiles; en ese período la nobleza conquistadora se asienta en la zona de la campiña sevillana.

4.En una primera etapa de expansión señorial, los señorios asentados en los extremos, (…) presionan y terminan por ocupar lo que actualmente corresponde a la provincia de Cádiz: (…) aparece la casa de Arcos y la familia de los Rivera y Ponce de León penetran también de manera profunda.

3.La nobleza conquistadora, por el papel activo que representa, se vincula a las más importantes villas de la región: Niebla, Marchena, Osuna, Estepa, Morón, Montilla, Lucena, etc.

2.Las órdenes se terminan por alargar siendo la raya de Portugal; al sur de la provincia de Huelva se asienta, en Niebla, uno de los focos más importantes de la nobleza conquistadora de Andalucía. El otro foco de dicha nobleza se sitúa en la otra frontera, en la del reino de Granada.

Incluso en la religión, ámbito tradicional de poder y protagonismo social de las mujeres en época clásica, la situación cambió drásticamente y las mujeres fueron apartadas, excluidas y limitadas. El cristianismo era cosa de hombres.