Para Laura y Javier esta experiencia supone un paso muy importante en sus trayectorias académicas.

“Nos permite aplicar de forma directa los conocimientos adquiridos durante nuestra formación y abrir nuevas líneas de investigación en un territorio tan relevante como la Sierra de Mariola”, afirman.

🔨 La única intervención documentada fue un pequeño sondeo realizado en 1953 por Mario Brotons, quien recuperó herramientas de piedra del Paleolítico.

Estos hallazgos, junto con el estudio geomorfológico realizado por el equipo, apuntan a que el enclave podría albergar un depósito sedimentario.