como la flor se marchita;
su rumor ya no suscita
la belleza que yo amara.
¿Quién te quitó de la vida
mi deseo y mi añoranza?
¿Quién profanó tu venida
y la rehizo en asechanza?
como la flor se marchita;
su rumor ya no suscita
la belleza que yo amara.
¿Quién te quitó de la vida
mi deseo y mi añoranza?
¿Quién profanó tu venida
y la rehizo en asechanza?
Está apagada. Muerta. Su masa se difumina entre las luces de los Ojos del Sol y el resto de escombros tan grandes como continentes. Continúa el camino predestinado hasta la elipse anaranjada: el final de todo. Pero esta vez no engañará al destino.
Está apagada. Muerta. Su masa se difumina entre las luces de los Ojos del Sol y el resto de escombros tan grandes como continentes. Continúa el camino predestinado hasta la elipse anaranjada: el final de todo. Pero esta vez no engañará al destino.
Luchar sabiendo de la sangre.
Seguir el curso y su contrario;
así es la vida, así es el hambre
del quien quiere un sueño imposible
tan hermoso como inlograble.
Luchar sabiendo de la sangre.
Seguir el curso y su contrario;
así es la vida, así es el hambre
del quien quiere un sueño imposible
tan hermoso como inlograble.
No me extraño.
Quizás el azabache cambie su semblante
y, por mentira, también su corazón.
Qué difícil es gritar al cielo de un rectángulo
cuando hiede a indiferencia.
Qué difícil es lograr la voz
cuando la noche sangra entre mis venas.
No me extraño.
Quizás el azabache cambie su semblante
y, por mentira, también su corazón.
Qué difícil es gritar al cielo de un rectángulo
cuando hiede a indiferencia.
Qué difícil es lograr la voz
cuando la noche sangra entre mis venas.
en los soplos más hondos de mi alma.
Vive por ahora, entrelazada,
la esperanza esquiva que da calma.
en los soplos más hondos de mi alma.
Vive por ahora, entrelazada,
la esperanza esquiva que da calma.
«Recuerda el fuego primero» por Niña Loba editorial.
«Recuerda el fuego primero» por Niña Loba editorial.
<Lo que escribo>
<Lo que escribo>
sufrir tamaña nobleza
en este mar de bajeza
por la gente consentida.
Pero noble de alma soy
y nunca podré evitarlo,
y siempre habré de lucharlo
por doquiera que yo voy.
sufrir tamaña nobleza
en este mar de bajeza
por la gente consentida.
Pero noble de alma soy
y nunca podré evitarlo,
y siempre habré de lucharlo
por doquiera que yo voy.
«Recuerda el fuego primero». Ya a la venta en Niña Loba editorial
www.ninalobaeditorial.es/producto/rec...
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