Se le da fatal mentir; es más, cuando lo hace pone una cara rarísima pero muy graciosa, y se hace muy evidente la mentira. Encoge el entrecejo y aprieta los dientes, mirando a la derecha.
El pato le da con el cetro en la rodilla, enfadado.
Se le da fatal mentir; es más, cuando lo hace pone una cara rarísima pero muy graciosa, y se hace muy evidente la mentira. Encoge el entrecejo y aprieta los dientes, mirando a la derecha.
El pato le da con el cetro en la rodilla, enfadado.
“¿Qué pasa?”
“¿Qué pasa?”